martes, 13 de febrero de 2018

València, una ciutat convertida en una gran cursa


Divendres passat acabaven la classe diguent que els xiquets i les xiquete, per coherència amb el seu procés evolutiu, aprenen abans a cooperar (l'altre passa de ser un joguet a ser un company de joc) que a competir (jo sóc millor que l'altre o aquest és pitjor que jo).
Així com que la competició és un estat inmanent a la nostra societat, ens caldrà ensenyar-los a competir legalment, racionalment, donant-li protagonisme al paper de la cooperació, així com autèntic valor de l'autosuperació, fins i tot dins de la competició.

Quins jugadors i jugadores formem a l'escola i que passa en ells i elles quan es fan majors? Aquesta lectura es pot ajudar a reflexionar sobre aspectes de les carreres populars (el running) com a fenòmen social i les repercusions que pot tindre, de no tindre la suficient cultura esportiva per a detectar quines coses poden haver darrere d'aquesta activitat.

I vosaltres, què penseu?

https://directa.cat/actualitat/cultura-del-running-transitar-valencia-deshabitada

20 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con el equilibrio que tiene que existir entre la cooperación y la competición. Como futura maestra debo de inculcar a los niños/as de una forma adecuada el valor de competir, puesto que el día de mañana es importante que puedan defenderse en la sociedad en la que vivimos. Un ejemplo claro es la propia competición que se crea al presentarse al examen de selectividad, intentando sacar la mejor nota para poder entrar en la Universidad deseada.

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  2. Tras la lectura del anterior comentario tengo que decir que estoy de acuerdo con el equilibrio que mencionas. Pero hay que destacar también que los niños/as el día de mañana deberán saber cooperar unos con otros, puesto que en la mayoría de empleos han de hacerlo. Además, puede existir la posibilidad de que los compañeros con los que les toque trabajar no sean compatibles, y por ello, es tan importante enseñarles unas habilidades sociales adecuadas.

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  4. Los niños compiten para que los demás vean lo capaces que son y todo lo que pueden conseguir. Compiten en el cole diariamente para obtener mejores notas, compiten en deportes o compiten en otros campos, no hay nada malo en competir mientras se fomente siempre una competencia sana.

    La competencia motiva y hace que los niños quieran conseguir mejores resultados, sabiendo que ellos, son capaces de conseguirlo. También puede enseñar valiosas lecciones acerca de lo importante que es seguir una disciplina y unos valores.

    La cooperación es la tarea de ayudar y servir, de una manera desinteresada, a los demás. Para que los niños sean personas colaboradoras y cooperantes, es necesario que desarrollemos en ellos un espíritu generoso, solidario y altruista.

    Por lo tanto, lo perfecto seria una mezcla de las dos, y sobre todo que ellos mismo entiendan el significado de ambas.

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  6. Ante la pregunta “Quins jugadors i jugadores formem a l'escola i que passa en ells i elles quan es fan majors?” me gustaría indicar que los jugadores y jugadoras no solo se forman en la escuela, sino también en el hogar y a menudo con solo ver la televisión nos alimentamos de la competitividad ligada al deporte. Los partidos de fútbol cada semana, los grandes torneos de tenis o la competición masiva de todos y cada uno de los deportes que nos llega con las olimpiadas de invierno y verano, televisadas en los canales públicos. Ello me hacer pensar que es imposible no competir y aprender a hacerlo.
    Y no creo que competir sea malo y menos si lo hacemos con nosotros mismos. Debemos interesarnos por mejorar día a día, por intentar obtener más de nosotros y querer conseguir el éxito. Pero lo importante en todo ello es saber conocer nuestros límites, aceptarlos y quererlos como parte de nuestro ser. Al alumnado no hay que enseñarle a dejar de competir, hay que ayudarlo a hacerlo bajo la tolerancia y el cariño hacia los demás y hacia uno mismo. Y aunque es cierto que las carreras o competiciones populares tienen detrás unos importantes intereses económicos y culturales, también nos ofrecen la oportunidad de enseñar a nuestro alumnado a reconocerlos y a participar en ellas de una forma consciente y positiva, buscando extraer y disfrutar de cualquier posibilidad de cooperación que surja en estas.

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  7. Hola!

    Des del meu punt de vista, l’objectiu de quasi totes les escoles, és el d’aconseguir formar a xiquets i xiquetes que siguen competents i que estiguin equipats de moltes habilitats, competències, coses que se suposa els faran la vida més fàcil.
    No obstant, la realitat és molt diferent, el nostre sistema educatiu s’encarrega d’ensenyar-nos dia a dia que la creativitat, la espontaneïtat, les ganes d’aprendre pareix que s’hagen quedat amagades, eclipsades per un esperit de competitivitat constant per ser millor que l’altre sense importar com i amb qui acabes per aconseguir-ho. Els xiquets/es cada vegada són menys xiquets més prompte, eixe esperit de competitivitat ha entrat en ells. Però açò es converteix en una arma de doble fi, la competitivitat provoca molta alegria i satisfacció quan aconseguim l’èxit en allò que ens proposem, quan som millors que els altres i se’ns reconeix el mèrit; però, si mirem més enllà sols vegem alegria per haver-ho aconseguit sense haver reparar en gaudir del camí seguit per a aconseguir-ho, com si fórem robots sense sentiments que compleixen ordres d’algun ésser superior.
    Com a mestres deguem d’ensenyar als nostres xiquets/es a competir d’una manera sana amb ells mateixos, establint objectius propis per a que no acaben perjudicant als altres, encara que és molt complicat tal i com la nostra societat de hui en dia està plantejada. Deguem de buscar un equilibri entre competitivitat i cooperació, buscant un model d’ensenyança cooperatiu on els nostres alumnes es senten bé amb ells mateixos i amb els demés, descobrint les claus del seu propi creixement, en harmonia.

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  9. En relación con la pregunta "¿Qué jugadores forman en la escuela y qué pasa con ellos y ellas cuando se hacen mayores?" pienso que en educación física, una asignatura en la que se debe fomentar el compañerismo, el trabajo en equipo y la socialización, lo que predomina es todo lo contrario, la rivalidad y la competitividad.
    Esto se debe a los tipos de juegos o ejercicios que desde siempre hemos tenido que hacer, como el balón-tiro, fútbol, baloncesto, las carreras o incluso el pañuelo, donde te dicen que sólo puede haber un ganador, por lo que estas actividades pasan de convertirse en un juego divertido a convertirse en una competición donde sólo puede ganar el mejor.
    Esto fomenta la rivalidad que no se queda sólo en esta clase, sino que pasa a otras materias, pues si alguien te ha ganado en algún deporte tú tienes que buscar algo en lo que esa persona falle para demostrarle que eres mejor.
    Y esto no solo pasa en el colegio, pasa en la sociedad, estamos creando personas competitivas que piensan que la única forma que hay de triunfar es "derribando a los demás".

    Si queremos un cambio de mentalidad debemos empezar a actuar desde las familias y desde el colegio, enseñando a los más pequeños buenos valores y actuaciones correctas. Debemos enseñarles a trabajar con compañerismo y hacerles ver que si alguna vez pierden, o mejor dicho, no consiguen cumplir los objetivos propuestos no pasa nada, porque hay que aprender, y con la práctica una persona mejora y puede llegar a hacer grandes cosas, pero no por fallar debemos desmotivarnos o intentar superar a los demás en otros aspectos. Debemos hacerles comprender que cada persona tienes sus habilidades y sus virtudes, al igual que sus defectos o dificultades, y que eso es lo que nos hace únicos.

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  10. En primer lugar, la sociedad corrompe al individuo, independientemente de la educación ofrecida desde la infancia: éste es un hecho inevitable, hasta que el individuo no adquiere un proceso madurativo y evolutivo lo suficientemente avanzado como para discernir y elegir entre las distintas confluencias de ideas y comportamientos, lo socialmente correcto establecido en el momento, será su punto de partida.
    Es por ello, que los niños y las niñas buscan compañeros de juegos y aventuras, cooperan en la realización de trabajos y de actividades cotidianas, y no adquieren el rol de competidores hasta que comienzan a ser influenciados por las ideas del poder, el triunfo y la validez social impuesta. ¿Cómo cambiar, evitar, eliminar, los comportamientos cuando se pasa a la vida adulta y se es consciente de que la socialización es mucho más enriquecedora que el poder?
    El deporte, lo que en un principio se practica en la niñez sin ánimo de lucro ni de competición, con unas reglas individuales en cada caso, termina por convertirse en negocios, clasificados por categorías (fútbol, tenis, maratones, balonmano, baloncesto...).
    No sólo nos somos capaces de formar jugadores que compitan únicamente por y con ellos mismos en señal de autosuperación, sino que poco a poco, contribuimos a las "empresas deportivas", a su avance y su difusión.
    La cultura deportiva, escasamente difundida, no se encuentra en la mayoría de jugadores profesionales y competidores, de ningún deporte.
    Es momento de informarnos e informar, de preocuparnos, y de vivir el deporte como aquella práctica deportiva que se reduce a un consumo propio de bienestar.

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  11. Opino que, como se ha dicho anteriormente, debe haber un equilibrio entre la cooperación y la competición.

    Por una parte, la cooperación consiste en ayudar y servir de una manera desinteresada a los demás. Como futuras maestras debemos enseñar a los niños a ser solidarios y generosos para lograr que sean personas colaboradoras y cooperantes.

    Por otra parte, la competición la ven diariamente los niños, ya que compiten en clase para obtener la mejor nota o en ser los mejores en algún deporte. Incluso el examen de selectividad es una competición para sacar la mejor nota y entrar a la Universidad deseada.

    Por tanto, creo que la competición motiva y hace que los niños quieran conseguir mejores resultados, sabiendo que son capaces de conseguirlo, pero como he dicho anteriormente debería haber un equilibrio entre estos dos conceptos y, sobre todo, que los niños tuvieran claro el significado de cada uno.

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  12. Estoy totalmente de acuerdo en que debe de existir un equilibrio entre cooperación y competición. Evidentemente, desde la escuela siempre se intenta fomentar en los niños un clima de cooperación y trabajo en equipo para realizar las diversas actividades, ya sean de educación física o de otro tipo. Aún así, es cierto que actualmente vivimos en una sociedad en la que cada vez más se fomenta la competitividad entre las personas, por ejemplo, en los exámenes por querer conseguir la mejor nota para poder acceder a una determinada carrera, en oposiciones, en acceso a determinados trabajos, etc. Por tanto, no podemos evitar que los niños vean y convivan con este tipo de situaciones.

    Por otra parte, respecto al artículo sobre el running me gustaría destacar, que en los últimos años se ha producido un aumento considerado de la práctica de este deporte, y uno de los causantes de ello ha sido la realización de las carreras. Bajo mi punto de vista, estas carreras deberían ser gratuitas, y solo en el caso en el que se deba de pagar algún coste que sea destinado a fines solidarios; pero, que sea destinado todo el coste, no solo un pequeño porcentaje de ello como se ha hecho hasta ahora.

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  13. Evidentemente dentro de la escuela debe de premiarse la cooperación ya que debe de ser aquello que potenciemos los profesores. Por otro lado a nivel de competitividad debería ser la de uno mismo por el echo de mejorar y crecer como persona o a nivel académico y no contra los demás.
    Esto último es un error que sigue y desgraciadamente seguida ocurriendo en las aulas, y esto no es culpa de profesores ni alumnos sino de la sociedad en general, ya que mires donde mires y sea donde sea lo mas normal es competir ya sea contra otra persona, o entre grupos.
    Por otro lado leyendo el texto ves la relación entre un deporte como es el running el cual es individual y competitivo a la vez tal y como puede ser la sociedad o la escuela, por ello tal y como han comentado mis compañeros es algo clave el echo de buscar y encontrar un equilibrio entre cooperación y competición, ya que eso creara que las personas pueden ser "mejores" y que en muchos casos no tengan que estresarse ni ponerse nerviosos por ser peor o mejor que otros y otras ya que eso no favorece en absoluto a nadie.
    Lo mejor es mejorarse cada dia uno mismo e ir consiguiendo lo que cada uno se proponga por el eco de mejorar y esto último se puede aplicar en la vida de unos mismo, en el trabajo y sobre todo en este caso para nosotros y nosotras en el ámbito escolar dentro de cada aula.

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  14. Al igual que mis compañeros considero que una de las tareas que tenemos realizar como futuros docentes es inculcar el término medio de cualquier cosa, en este caso como es evidente debemos conseguir que nuestros alumnos entiendan que cooperación y competencia además de ir unidos tiene que darse en su justa medida, es decir , encontrar el equilibrio entre ambos como bien han dicho mis compañeros.
    Personalmente creo que esta es una tare difícil porque la sociedad en la que vivimos nos obliga en numerosas ocasiones a competir entre nosotros para poder obtener aquello para lo que tanto esfuerzo hemos empleado y aunque considero que esto es algo que tienen que tener en cuenta nuestros alumnos, también pienso que esto no esta reñido con la cooperación.
    He podido leer que han mencionado como ejemplo la selectividad, si bien es cierto que para superar esta prueba la competitividad es clave, pero no podemos hablar solo de la competitividad con nuestros compañeros sino también con uno mismo, el afán de superación es primordial para conseguir lo que nos proponemos (en el caso de este ejemplo sería conseguir nota en la selectividad). ¿Pero qué pasa cuando empezamos a cooperar y no únicamente a competir para conseguir aquello que queremos? Pues que posiblemente obtengamos mejores resultados, yo siguiendo el ejemplo de la selectividad muchas veces estudiaba para esta prueba con algún compañero y a mi personalmente creo que me ayudo bastante. Así que por experiencia propia creo que la formula del éxito se compone de dos ingredientes: la cooperación y la competitividad.

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  15. Nuestro objetivo como futuros docentes es conseguir que nuestros alumnos entiendan que cooperación y competencia además de ser términos que deben de ir unidos también debemos encontrar el equilibrio entre ambos.
    En mi opinión creo que esta es una tare difícil porque la sociedad en la que vivimos nos obliga en numerosas ocasiones a competir entre nosotros,por lo que normalmente siempre dejamos de lado el trabajo cooperativista.
    Personalmente pienso que en el momento que dejemos de competir entre nosotros y nos aunamos, todo ira mas fluido y obtendremos mejores resultados ya que el éxito se compone de dos ingredientes: la cooperación y la competitividad, pero unidas a la par.

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  16. Hola!
    He estado leyendo el artículo y me ha parecido muy interesante y considero que debería de ser leído por todos los profesores.
    Tras la lectura, destacaría la estrategia de "Capacidad de mirarse", ya que la mirada está en el espacio transicional entre el psicomotricista y el niño, espacio en el que se da la comunicación, la acción y la representación. El uso de la mirada quiere decir estar a la escucha del otro, estar presente, y el psicomotricista está presente en la sesión si su mirada tiene en cuenta no sólo lo que hace el otro, sino lo que él mismo hace en función de lo que ha visto y de lo que puede prever, lo que quiere decir que hay una mirada doble. Es importante que el psicomotricista aprenda a mirarse al espejo, en su gesto, en el otro.. Debe de saber que el control de la mirada quiere decir, control motor, control de las emociones, del tiempo, del espacio real y vivido, del objeto y de la acción.
    Ser psicomotricista es un proceso de autoconocimiento y conocimiento del otro que no finaliza jamás. El psicomotricista es por tanto una persona abierta y respetuosa, que trata de comprender al niño o a la niña, que se sitúa en la escucha y la comunicación con el otro, abierta a nuevas experiencias y conocimientos que puedan ir enriqueciendo su práctica profesional.
    Por tanto,a pesar de destacar la estrategia de la capacidad de la mirada, todas la nombradas en el artículo, como la de observación y escucha o la de la expresividad, deben estar presentes en la educación.

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  17. Buenas noches a tod@s!

    En primer lugar me gustaría opinar sobre como deberíamos educar a los niños y niñas en la escuela. Pienso que tenemos que encontrar un equilibrio entre la cooperación y la competitividad, ya que son dos herramientas fundamentales para desarrollarse en nuestra sociedad. Tenemos que enseñar a trabajar en equipo, a cooperar con los demás ya que estamos en constante socialización en todo momento. Pero también hay que inculcar el valor de la competitividad, mejorar siempre en todos los aspectos. Creo que la competitvidad con un control es muy positiva para las personas, ya que ayuda a luchar por conseguir el objetivo establecido y no rendirse.

    Aunque he de decir que creo que gran culpa de querer ser mejor que otros es culpa de la sociedad, ya que se enseña que si no eres el mejor de todos, no eres nadie y eso habría que cambiarlo.

    Respecto al artículo mencionado anteriormente tengo que decir que estoy de acuerdo en lo que dice. Muchos deportes hoy en día creo que ya no son deportes en sí, sino que son un negocio para algunas personas, como el caso del fútbol,baloncesto o running entre otros. No hace falta vestir grandes marcas como quieren hacernos ver para practicar un deporte y eso es culpa de las grandes empresas. Deberíamos darnos cuenta que gran parte de culpa la tenemos nosotros, por creer lo que nos dicen, en vez de pensar un poco.

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  18. Desde mi punto de visto pienso que la competitividad puede llegar a ser beneficiosa para los niños, siempre y cuando no se le dé importancia a quien a llegado primero, segundo o último. Simplemente que sirva como incentivo para esforzarse, para mejorar, también sirve para trabajar la cooperatividad (cuando se trata de juegos en equipo) y la imaginación para planear cómo llegar antes que los compañeros.

    Lo que no se debe hacer como futuros profesores es realizar juegos competitivos y darle algún premio al que gane o algún tipo de reconocimiento o dejar en evidencia a aquellos que llegan los último, ya que no presenta ningún beneficio y consigue bajar la autoestima de los niños de clase.

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  19. Hola a todos y a todas!

    Estoy realmente de acuerdo cuando hablamos de la importancia de la cooperación equilibrándola con la competitividad. Por una lado, debemos de enseñarles a los niños y niñas en nuestras aulas que debemos ponernos en el lugar del otro/a.

    Por desgracia, en la sociedad en la que vivimos nos obligan muchas veces a priorizar la competitividad, ya que a través de los exámenes y las calificaciones nos hacen pensar que lo importante es sacar la mejor nota posible para poder entrar antes que el compañero de al lado. Pero esto, como futuros docentes, tenemos que hacer que cambie.

    Hay que hacer ver que cooperando podemos incluso sacar mejores resultados que de la otra forma. Todos tenemos unas cualidades que completándolas con las de los demás podemos llegar muchísimo más lejos de lo que creemos.

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  20. Hola a todos y a todas.
    Desde pequeños nos inculcan "eres mejor que...", "Fulanito lo hace mejor", "a ver quién lo hace como Menganito...", " a ver quién lo hace tan rápido como..." desde la escuela inevitablemente les invitamos a los niños a competir, siempre tiene que haber alguien que lo haga mejor, más rápido y/o más bonito y en cambio no les enseñamos que todos lo hacemos bien y todos son bonitos. En los juegos siempre hay un ganador y un perdedor, en vez de jugar cooperando y ganando todos porque al final y al cabo las experiencias que he tenido con los niños y niñas les pone más contentos ganar entre todos y conseguir las cosas entre todos. Por ello es muy importante evitar las etiquetas y felicitar a todos por el trabajo que realizan. Desde pequeños nos dicen que la competitividad es buena siempre que se haga bien, la competitividad buena, la llaman. Pero toda competitividad es mala porque eso provoca frustración en los más pequeños y acaban desmotivándose.

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