Després de llegir aquest article, vore el vídeo i documentar-vos, opineu sobre la importància del risc i la llibertat de moviment en l'aprenentatge dels infants.
La relación entre la autonomía de los niños y la percepción del riesgo y del peligro es muy interesante. Debido a la corta edad de los pequeños, muchas de sus acciones son coartadas por sus familiares directos o cuidadores. En este sentido, aparece la tan sonada “sobreprotección” de los niños. La cantidad de artículos acerca del tema es cuantiosa, y en la mayoría de los casos la principal problemática es el límite entre proteger de una acción potencialmente peligrosa y sobreproteger a los niños de acciones que no entrañan ningún gran peligro.
Uno de los principales argumentos en la protección desmesurada de los menores es que el desarrollo cognitivo es todavía demasiado bajo para discernir cuando una conducta entraña un peligro real para la vida, es decir, no han desarrollado la noción del peligro. De esta manera, podemos pensar que sus acciones no responden a ningún patrón lógico y no son conscientes de los riesgos que toman. Lo cierto es que sí lo hacen, las principales teorías del aprendizaje lo respaldan.
En primer lugar, Piaget afirmaba que en una de las etapas más tempranas de la infancia, el niño aprendía mediante el movimiento y el uso de los sentidos. Así, se confirma la necesidad que tienen los pequeños de realizar actividades físicas como trepar y saltar para conocerse a sí mismos y sus posibilidades en el entorno. En segundo lugar, Vygotsky afirmaba que el niño es el encargado de construir su propio conocimiento mediante sus interacciones con el medio. De esta manera, un niño que es consciente de que puede saltar de un pequeño bordillo con soltura, buscará uno más grande. Esto es, que los pequeños buscan sus zonas de desarrollo próximo atendiendo a lo que ya son capaces de hacer. El riesgo al que se exponen los niños explorando sus límites no es ningún peligro importante, pues son conscientes de lo que son capaces de hacer previamente y sus progresos son paulatinos.
En conclusión, yo opino que los niños y las niñas toman riesgos diariamente en actividades cotidianas para conocer el mundo, pero no entrañan ningún peligro real ya que ellos mismos son conscientes de sus habilidades previas antes de realizar estas conductas. Si coartamos sus acciones por ser consideradas desde la perspectiva adulta como demasiado peligrosas, estamos coartando también el aprendizaje de los pequeños y el desarrollo de sus habilidades motrices.
Des de la meua perspectiva risc i perill no són el mateix, perquè sols podem parlar d’assumir els riscos d’una activitat si comprenem els perills que poden acompanyar-la. I per a mí, sols és perillós allò que pot arribar a atemptar contra la vida. Des d’aquesta perspectiva hi ha poques coses, a la vida dels infants, que siguen perilloses.
“No córregues que cauràs a terra”, “No t’apropes tant a la piscina que cauràs dins”, “No puges dalt de la cadira que et faràs mal”, “No agafes les tisores que et tallaràs”, etc. són oracions que acompanyen el dia a dia dels infants. Realment totes aquestes accions no tenen res de perilloses, el perill apareix quan no ens han explicat que fer-les tenen determinats riscos que poden ser perillosos si no els considerem, si no els comprenen. Per exemple no es perillós córrer si l’únic lloc on podem caure és el sól, podem caure a la piscina o a un llac si sabem nadar, podem pujar dalt d’una cadira si controlem l’equilibri d’aquesta i busquem espais segurs per a fer-ho i podem emprar les tisores si comprenem que utilitzar-les malament ens pot causar danys a nosaltres i als demés.
Però sovint no volem explicar que és allò mal que pot ocórrer, preferim prohibir-ho. No volem espantar als xiquets/es mostrant-los una realitat massa dura. Preferim perseguir-los dient-los “caca caca”, “això no”, etc. I és comprensible, el nostre món no és perfecte i ocorren coses dolentes, però volem deixar als més menuts que gaudisquen abans que es preocupen. Ara bé, hem de trobar la manera de deixar-los experimentar, d’entendre que la gent cau i es torna a alçar, de permetre'ls conèixer les seues capacitats i millorar-les. Hem de donar-los l’oportunitat de conèixer els perills per a que puguen assumir el riscos des de la plena consciencia. Així aconseguiran un aprenentatge significatiu sobre l’entorn i ells mateixos.
El tema que se trata en el presente artículo y en el presente vídeo, me ha recordado un poco a otro de los vídeos expuestos, también, en este blog en el que una pedagoga (Mar Romera) habla de lo sobreprotectora que se está volviendo la sociedad con los niños pequeños. En ese caso Mar hablaba de evitar “emociones malas” para que el niño no sufra y en este caso se habla de evitar peligros para que el niño no se accidente y no se haga daño.
Respecto a este tema he de decir que no estoy del todo de acuerdo. Es cierto, y comparto totalmente, que muchas veces llenamos a los niños de miedos y prohibiciones que no hacen más que cohibir que sea él mismo quien descubra hasta donde es capaz d llegar o de hacer. Creo que la propuesta que se llevó a cabo en Nueva Zelanda donde se prohibieron todas las normas y restricciones en los juegos es una iniciativa muy interesante y beneficiosa. Opino que los niños deben investigar, descubrir, y tomar ellos mismos conciencia de lo que es peligro y lo que es seguridad. Además, no limitarlos les motiva a hacer ejercicio físico y todos sabemos las numerosas ventajas que este tipo de actividades tiene en el niño (mejora su tono muscular, su actividad cognitiva, su inteligencia, su coordinación, etc.).
Hasta aquí todo muy bien y conforme con todo, pero ha habido un momento del vídeo en el que se me han puesto un poco los nervios a flor de piel y es cuando he visto a un niño que tendría unos dos años, no más, gatear por una espaldera con una altura considerable. No sé si será porque precisamente vivimos en una sociedad sobreprotectora y no estoy acostumbrada a ver ese tipo de situaciones, pero lo cierto es que me ha parecido demasiado el riesgo asumido. Un niño tan pequeño que todavía no ha acabado de desarrollar su cerebro y su cráneo es aún muy delicado, no sé hasta que punto un accidente desde esa altura y a esa edad podría condicionarle el resto de su vida. Trabajo en un colegio de educación especial y tenemos varios casos de niños con déficits funcionales bastante severos causados por golpes en la cabeza cuando eran pequeños. Creo que lo que se defiende en el artículo está muy bien, pero que no “todo vale” y que, a veces, hay que pone ciertos límites en el riesgo, porque los accidentes existen y en algunos casos las consecuencias pueden ser muy a tener en cuenta.
Creo, por tanto, que no se debería ni dar un extremo ni el otro. Dejarlos hacer y descubrir y no prohibirles cualquier cosa que les pueda lastimar, pero también poner ciertos límites cuando son muy pequeños. Que se caigan, que se hagan daño y aprendan de los errores está bien, pero sin sobrepasar la línea entre que se hagan daño y se condicione el resto de su vida.
En mi opinión un episodio muy común durante el periodo de crianza y cuidado de un niño es ver como su padre, madre, cuidador... protege al niño ante diversos contratiempos y accidentes. La razón es el miedo que tenemos al pensar de que el niño aún no tiene la suficiente madurez para entender la noción de peligro y por eso muchas veces caemos en la sobreprotección.
Desde pequeños los niños deberían aprender por sí mismos y no somos conscientes que esta sobreprotección les limita para conocer el mundo que les rodea. En vez de evitar que suba o baje un bordillo, diciéndole “no, que te caes”, ¿No sería más recomendable darle la mano para que lo haga pero con seguridad?.
Por otro lado, en los pequeños “hasta ahora el mundo se está construyendo en sus mentes con la ayuda de sus padres. Asimismo, las experiencias empiezan a ser más vivenciales; por lo mismo, tienden a ser más arriesgados y aventureros por su necesidad de conocer y explorar los olores, los sabores, las texturas, etc.”, añade Diana Carolina Poveda Hernández, psicóloga clínica con máster en Psicología del Instituto de Ortopedia Infantil Roosevelt.
El objetivo final que se debería de conseguir sería que los niños dejen de ser temerarios y se vuelvan precavidos, pero no temerosos.
Totalmente de acuerdo en que "riesgo" y " peligro" son dos conceptos totalmente distintos. Quizás algunos padres no consigan discernir que ambos conceptos no son sinónimos por el hecho de tener miedo. Pero como bien explica el artículo el miedo que pueden padecer los cuidadores del niño no son los miedos del propio niño. En mi opinión el principal problema es la sobreprotección, cada vez son más los padres que actúan de esta forma sin saber que lejos de ayudarles están entrometiéndose en el desarrollo de sus hijos. Pensamos que al ser pequeños son vulnerables, no tiene capacidad para diferenciar lo bueno de lo malo o incluso que no pueden tomar sus propias decisiones, pero nada más lejos de la realidad, quizás seamos más vulnerables incluso los adultos. El juego es un ejercicio importantísimo para los niños por eso no debemos cuartar su libertad, tenemos que dejarles ser y como dice el artículo confiar en ellos, es decir, no podemos estar encima de ellos, preveniéndoles de cualquier ápice de riesgo, principalmente porque los niños necesitan algo de riesgo es sus actividades para conocer donde están sus limitaciones y por el contrario hasta donde pueden llegar. Además, siempre y cuando no consideromos que hay peligro no debemos informarle de un posible riesgo porque en primer lugar los convertiremos en niños infelices que por miedo a lo que pueda pasar preferirán no hacer nada y en segundo lugar porque si somos nosotros quienes se lo decimos, ellos nunca podrán aprender a tomar decisiones. Deben asumir riesgo para así poder aprender las consecuencias de cada una de sus acciones.
Aquest tema es veu dividit en els dos conceptes, ja que perill significa una cosa i risc una altra.
Per a l'aprenentatge diari, crec que es convenient que el xiquet aborde situacions de risc, perquè ha d'aprendre allò que ell pot ser capaç de fer o no. També, pense que els pares sobreprotegeixen cada vegada més als seus fills, però tota la vida no van a estar darrer d'ells, per això, aquests han de reconèixer aquest concepte per a la rutina diària.
A més, els xiquets quan són més menuts no tenen la capacitat de saber si sofreixen perill o no. Hem d'ensenyar-los aquest concepte, perquè tinguen la conciència de saber si és perillós o no per a ells.
Estoy totalmente de acuerdo en que es necesario que les dejemos a los niños una cierta libertad de movimiento, ya que bajo mi punto de vista, los niños actualmente están demasiado sobreprotegidos. Y en muchas ocasiones son los padres los que les inculcan el miedo a sus hijos a la hora de hacer determinadas acciones. Pero pienso que de esta forma se cohíbe al niño o niña y no dejamos que experimente y descubra por sí mismo ciertas cosas, ya que ésta también es una forma de aprender cosas nuevas. Es necesario que los niños aprendan que si se caen, se podrán volver a levantar y que seguramente aprenderán la lección y no lo volverán a hacer.
Por otra parte, no quiero decir con esto, que se deba de permitir a los niños hacer todo lo que quieran. Sino que se debe de intentar conseguir un término medio, donde se deje una cierta libertad de exploración y movimiento al niño o niña, pero que también no se le permita hacer ciertas cosas si nosotros como adultos vemos que puede tener peligro al realizarlo.
El riesgo y el peligro son conceptos distintos que tras leer el articulo y ver el vídeo podemos comprender a la perfección. En numerosas ocasiones tendemos a proteger a los niños y realmente no les estamos protegiendo estamos cortandoles la libertad de movimiento. El riesgo es algo que deben de tener presente, el arriesgarse a hacer algo, el sentir una emoción por ello y es un aspecto que deberíamos de tener presente en las aulas. En un principio, al ver el vídeo he tendido a preocuparme por el niño pequeño que escalaba pero a medida que iba a avanzando y leía las aportaciones o reflexiones que se hacían en él, he podido reflexionar que existe una gran tendencia a limitarlos, algo totalmente erróneo, ya que en numerosas ocasiones ese riesgo aporta beneficios, gracias a él también aprende y se divierten jugando. Hasta ahora no me había parado a pensar sobre esto, si que en ocasiones he pensado que en la actualidad los padres sobre-protegen a sus hijos, pero no sobre la diferencia de riesgo y peligro y lo que puede resultarle cortarle las alas en este sentido, ha sido interesante.
Hola bona vesprada! Al meu parer, aquest article concorda perfectament amb la meua idea del que hauria de ser la infància, i és un tema en el qual jo pense molt a sovint. Avui en dia les mares i mestres viuen preocupades de que els nens i nenes no es facen mal, de que tornen nets a casa i sense cap moradura. Però fins a quin punt estem protegint-los? La infància és xafar carrer, caure a terra,voler pujar a un columpi que estava massa alt i "pegar-te un tró", baixar del revés pel tobogà i xocar-te amb el que ja estava baix... Estar en contacte amb la realitat és el que activa els mecanismes de reflexe,així com el fet de saber les limitacions i capacitats que tenim.Però aixo ho han de descobrir, i com ho van a fer si no és provant? Al meu dia dia intente treballar-me aquesta qüestió ja que jo mateixa em pose en alerta quan veig que un alumne/a va a caure, però quan estic a punt de dir-li " compte per allà que cauràs!", em reprimisc,i deixe que investigue i medite sobre els seus passos, perquè realment ho fan. Pel que fa al vídeo tan sols m'ha reafirmat que estimular aquest sentit de la mesura del risc és possible i positiu;tan sols cal confiar en ells i elles i no vigilar-los. Amb tot, em quede amb la frase : "No hay nada que haga a un niño más capaz y seguro de sí mismo que las personas que le quieren y cuidan confíen en sus capacidades."
En muchas ocasiones creemos que estos dos conceptos son iguales cuando en realidad no es así, es por ello que el ver vídeos como el que se nos presenta o el poder leer algún articulo nos puede llegar abrir los ojos en este aspecto. Muchas veces exponemos a nuestros hijos a una sobreproteción lo que genera en ellos al final confusión, inseguridad y dependencia de los demás, e incluso acabamos creando en ellos mas miedos de los que tienen en realidad. No digo que haya que dejar libertad absoluta porque esta claro que no son lo suficientemente maduros, tanto como para saber que están en peligro o que pueden hacerse daño pero si que la independencia genera en ellos connotaciones positivas y buenas. Es por ello que es normal que existan padres que incluso quieren dar cierto espacio pero acaben teniendo miedo. Lo mas importante de cara al futuro es pensar y reflexionar e incluso aprender a distinguir entre los peligros reales que pueda tener o encontrarse un niño con nuestros propios miedos.
Desde mi punto de vista, los niños siempre están buscando situaciones que presenten algún riesgo para ellos, ya que así prueban hasta donde son capaces de llegar. Este hecho resulta beneficioso para ellos, el problema llega cuando los adultos al ver cierto tipo de acciones, les decimos de antemano a los niños que se van a caer, se van a hacer daño, por ahí no vayas,... De esta forma les cortamos una forma muy importante de probarse, de ver hasta donde pueden llegar y les inculcamos unos miedos y los sobre protegemos de tal forma que un futuro, puedan llegar a ser inseguros y dependientes de otras persona, ya que no se les ha dejado decidir por su cuenta. Por lo tanto, hay que dejar a los niños y niñas que experimenten con el entorno, que tomen algunos riesgos y que se den cuenta hasta donde pueden llegar; todo esto controlando que dichas acciones no resulten un peligro para ellos.
Empezaré con la definición de riesgo y es la “Posibilidad de que se produzca un contratiempo o una desgracia, de que alguien o algo sufra daño”. Estoy de acuerdo que riesgo y peligro no son sinónimos.
Todos los niños e incluso los mayores estamos rodeados de riesgos, pero no por ello debemos de sobreproteger ni mucho menos crear situaciones asépticas para proteger a los niños y cortarles las alas de que puedan experimentar con todos los elementos que se encuentren a su alrededor. Los juegos al aire libre favorecen a los niños a la hora de jugar, de crear ambientes donde existe peligro de que se caigan o se hagan daño, pero debemos dejar que sean los niños mismos quienes identifiquen el riesgo y lo eviten para ello debemos dar una gran confianza a los pequeños y no estar continuamente detrás de ellos diciéndoles frases como: “cuidado te vas a caer”, “no vayas por ahí que te harás daño”, no cojas eso, te puedes cortar” …. Etc. Debemos dejar al niño que se mueva con libertad que experimenten que no sientan miedo a la hora de jugar si no dejamos que el niño juegue y lo estamos protegiendo continuamente al cabo de un tiempo los niños presentaran déficits sensoriales y problemas de equilibrio y orientación. Para finalizar este comentario pienso que como bien se explica en el artículo debemos de revisar la zona de juego antes de que los niños empiecen a jugar, debemos también de confiar en ellos y no ayudarles a subir a ningún sitio donde ellos mismos no lleguen así facilitaremos que los niños tengan las ideas claras sobre sus capacidades.
Después de ver el vídeo y leer el artículo, personalmente, considero que sí es necesario que los niños corran ciertos riesgos ya que esto les posibilita conocer sus capacidades y ser conscientes de sus límites. Además la libertad de movimiento proporciona una gran cantidad de beneficios como el desarrollo de capacidades motoras, de equilibrio, sensoriales, etc. Así pues, creo que es totalmente necesario que cada niño experimente y tenga la posibilidad de equivocarse, de poder aprender que cosas no puede realizar porque de esta manera es como realmente aprenden. Por otro lado, también puedo entender la preocupación de padres y maestros ante estas situaciones ya que tienen miedo de que el niño o niña pueda sufrir algún daño, sin embargo, analizándolo en profundidad, cualquier actividad de la vida cotidiana puede desencadenar en un incidente por lo que no podemos evitar constantemente el peligro. También me ha parecido muy interesante lo que se dice respecto a que son nuestros miedos los que nos hacen frenarlos en algunas ocasiones y no los suyos y que ésto, suele llevar a que tengamos una actitud sobre protectora. Finalmente, me gustaría destacar que estoy completamente de acuerdo con lo que se menciona respecto a que la actividad física mejora y potencia la inteligencia ya que a través del movimiento se trabajan diversos aspectos como el conocimiento del esquema corporal, la lateralidad, la orientación espacial, la creatividad, etc. Yajaira Carnero Carmona 3Q
El movimiento, la propia experimentación, la curiosidad, manipular, en fallo-error, etc. son elementos clave para el aprendizaje de los niños/as. Con ello no quiero decir que les dejemos a su libre albedrio, pero sí que como adultos debemos replantearnos la confianza que debemos tener en ellos mismos y en sus capacidades. Sin esto, todo falla, la autora del articulo lo describe mucho mejor en su último párrafo del documento. Y es que todo lo dicho anteriormente no lo debemos olvidar, sé que es difícil cuando les vemos tan pequeños/as y frágiles, pero es lo única forma de que ellos/as conozcan sus propias metas a superar, sus gustos, sus miedos, sus capacidades, su curiosidad, etc. Además, como dice la autora así como otros estudios, los niños/as son muy conscientes de sus capacidades y “suelen evaluar muy bien qué pueden hacer sin ponerse en peligros graves”, y es que todos podemos visualizar como los niños/as van aprendiendo a subir y bajar las escaleras: primero bajan de espaldas y no es casualidad es la forma en la que están más seguros, se sienten más seguros y capaces; o las suben a gatas para tener más apoyo y equilibrio, etc. todo esto no es casualidad no lo hacen así porque sí, sino que es la manera en la que vinculan sus capacidades motrices con la ejecución. Es claro que no gusta sentir situaciones de peligro en general, y menos para los más pequeños, pero si lo pensamos fríamente en la propia cotidianidad también hay cierto riesgo, solo que nosotros los controlamos, nos “especializamos”, sabemos que, gracias a la práctica durante años, somos capaces de hacerlo, hacerlo bien y minimizar los riesgos. Pues de eso mismo se trata con los pequeños/as de permitir que ellos se especialicen, reconozcan sus capacidades y puedan seguir avanzando. Además, como dice la autora, “no existe el riesgo cero. Eliminar los riesgos entraña un riesgo en sí mismo”, pues con la sobreprotección no se está dando mayor bienestar en las personas, aunque lo parezca, todo lo contrario es limitarlos de pies y manos. Es limitar que puedan conocerse a sí mismos, sus capacidades, sus límites, incluso sus miedos y sus placeres. Y como dice la autora “puedan evaluar las situaciones por sí mismos,” si no lo cuestionas por ti misma/o si no lo dudas o lo pruebas como lo vas a reconocer por ti mismo que puedes hacer o no o que es descabellado o posible. Por último, me gustaría también destacar que con este articulo descubro algo que yo no sabía y es hasta que tan grado puede llegar a influir negativamente la sobreprotección “pueden presentar déficits sensoriales y problemas en el sistema vestibular (lo que puede conllevar dificultades en la postura, el equilibrio o la orientación del propio cuerpo en el espacio)”. Por todo ello, no proyectemos nuestros miedos, muestras inseguridades, mejor acompañémoslos y expresémosles que estamos con ellos/as y que si necesitan ayuda estamos ahí.
Actualmente vemos como la familia rodea a sus hijos/as y los encierra dentro de una burbuja de seguridad, sin saber que, esa sobre protección es totalmente negativa. Después de leer el artículo, solo me queda aplaudir cada palabra del mismo porque sinceramente pienso lo mismo. Hay que enseñarles y hacerles ver a las familias que hay que ofrecer riesgos a los niños y las niñas porque está dentro de su naturaleza. Cuando hay riesgos hay aprendizaje, se tomen o no. Por ejemplo, si un niño se sube a una mesa de madera del parque puede que aprenda a elegir si quiere bajar o que, si se cae, aprende que no debe volver a subir de esa forma; en este caso hemos de dejar que el niño y la niña aprenda de ese riesgo que ha asumido. La verdad es, que muchas veces distinguimos el concepto de riesgo y peligro, me incluyo, por eso recomiendo este artículo ya que explica perfectamente esa diferencia entre estos conceptos. En definitiva, los niños y las niñas, llevan por bandera la búsqueda de riesgo, es una necesidad. Además, se aprende de él; por ese motivo, como maestras y maestros, padres y madres, etc... tenemos que dejar ser a las criaturas,dejarles experimentar y explorar el mundo que les rodea incluso cuando supone un riesgo, pero nunca un peligro.
Bajo mi punto de vista, creo y considero que es muy importante dejar a los niños y niñas cierta libertad para que puedan desplazarse, para que puedan moverse de forma autónoma, para que puedan asumir riesgos, para que puedan experimentar y adquirir conocimientos por ellos mismos, pero sobre todo, para que puedan enfrentar por ellos mismos cualquier obstáculo que se les cruce en el camino. Con todo esto no quiero decir que los padres, madres, educadores, etc., dejen hacer a los niños todo lo que quieran o incluso que los dejen solos siendo tan pequeños, ya que una cosa es dejarles libertad y otra muy distinta es que permitamos que se expongan a cualquier peligro, pero a veces, los adultos creen que si están encima de los niños, diciéndoles lo que tienen o no tienen que hacer los están protegiendo, y muchas veces, se equivocan. En muchas ocasiones, los niños y niñas aprenden más si dejamos que ellos mismos sean los que corran, los que jueguen, los que se caigan y se levanten o los que manipulen con todo lo que tienen a su alrededor. En definitiva, debemos dejar que los niños vivan con libertad, que aprenden de sus errores y que si necesitan ayuda sean ellos los que vengan a pedírnosla.
El riesgo no tiene por qué ir ligado al peligro, correr riesgos nos ayuda a saber hasta dónde podemos llegar en las diversas situaciones que se nos presenten, a conocer nuestros límites y así poder superarlos poco a poco. Con los niños y niñas pasa lo mismo, como se observa en el vídeo los niños desde muy pequeños tienen un dominio y control de su cuerpo mayor al que a veces pensamos. La experimentación y el descubir nuevos retos y situaciones son conceptos clave en la infancia, los cuales generan un aprendizaje más significativo en los más pequeños. Los maestros y maestras, al igual que las familias debemos dejar de sobreproteger a los infantes y tratar de que descubran los riesgos por ellos mismos revisando siempre el espacio para que no sea peligroso. De esta forma les ayudaremos a valorar sus capacidades y a desarrollar sus habilidades motrices, cognitivas, emocionales y sociales.Una frase que me ha parecido muy interesante del artículo es "No hay nada que haga a un niño más capaz y seguro de sí mismo que las personas que le quieren y cuidan confíen en sus capacidades", pues los adultos de su entorno somos una gran influencia en las decisiones y comportamientos de los niños y niñas y, en ocasiones, somos nosotros los que les metemos ese miedo con nuestras actitudes.
Es verdad que no podemos transmitirles sensación de peligro e inseguridad a los niños y no dejarles libertad para jugar y que exploren y descubran el entorno y las posibilidades que este tiene y ofrece. Pero nos resulta complicado llevarlo a la práctica ya que estamos acostumbrados a la sobreprotección de los niños y eliminarles cualquier riesgo que pueda aparecer, por ejemplo, que los niños no suban y bajen escaleras cuando son pequeños, ni que cojan objetos de sitios un poco elevados etc., y eso para su desarrollo tampoco es aconsejable. Tenemos que tener claro que riesgo no es igual a peligro y tenemos que ser conscientes que no existe el riesgo 0. Me ha parecido interesante lo que menciona clara en su blog que tiene relación con lo comentado anteriormente: “cuando nos avanzamos a sus “análisis” con un “te caerás”, “por ahí no que es peligroso”, etc. estamos impidiendo que puedan evaluar las situaciones por sí mismos, atrofiando así su propio radar y pudiendo tomar decisiones peligrosas cuando un adulto no vigila o en la edad adulta.” De este modo estamos perjudicando por así decirlo el desarrollo del niño y que posteriormente no sepa evaluar las situaciones de riesgo y saber por él mismo si puede o no hacerlo y puede resultar más peligroso que lo anterior, ya que ellos quieren probarse y ver lo que son capaces de hacer.
Estaba viendo el video y estaba sufriendo por si el niño se caía porque no había ni colchonetas de bajo, una cosa es que se les deje más libertad, pero considero que es importante que el espacio esté preparado y que el niño no se pueda lastimar gravemente y en el vídeo si el niño se caía desde arriba era bastante peligroso, desde mi punto de vista, aunque posteriormente se va aclarado y se ve que ningún niño se cae, pero yo no lo haría así con el niño que es más pequeño. No estamos acostumbrados a que no haya reglas y se les deje total libertad y por eso también nos puede chocar. Es sorprendente en el estudio que se hizo en Nueva Zelanda los resultados que se obtuvieron: el acoso escolar y el vandalismo se redujo, la motivación de los niños aumentó e incluso la cantidad de accidentes se redujo significativamente. Es una gran paradoja que una educación demasiado protectora sea a la larga más peligrosa que para los niños que un ambiente que se considera peligroso.
Para acompañar a los niños en el juego sería bueno seguir algunas recomendaciones de Clara como es el caso de salir al aire libre y que los niños no tengan una excesiva protección por parte de los adultos y puedan divertirse y estar más libres. También para estar más seguros se puede revisar el espacio previamente y así que los adultos estén más relajados. Tampoco sería adecuado subir a los niños a lugares que por sus propios medios no podrían ya que de ese modo no les estamos ayudando a evaluar por ellos mismos sus capacidades y finalmente, considerar a los niños personas autónomas y capaces.
Estoy totalmente de acuerdo con que riesgo no es sinónimo de peligro, considero que es de vital importancia dejar a los niños/as espacio en el juego, para que corran ciertos riesgos y aprendan en función de los errores que cometen, además de que les beneficia a nivel motor, el equilibrio, la coordinación…
Por otro lado, considero que hoy en día y cada vez más los padres sobre protegen mucho a los niños/as y si por ellos fuera los meterían en una burbuja. Desde mi experiencia he tenido la oportunidad de cuidar dos niñas mellizas que no han tenido esa sobre protección de la madre. Cuando empecé a cuidarlas tenían 3 años y al ver como se estaban desarrollando intente hacer lo mismo que su madre, dejándolas que descubrieran por sí mismas el entorno que les rodea con los riesgos que eso conlleva, siempre y cuando no fuera un peligro para ellas, es muy curioso como ambas han crecido y hoy en día que tienen 6 años afrontan caídas propias de la edad, o las simples cosas que les suceden del día a día de una manera muy fuerte y valiente. En mi opinión, esta acción por nuestra parte les ha permitido reconocer sus posibilidades y seguir avanzando.
Por ello, después de mi experiencia y leer el artículo pienso que los niños/as aprenden a partir del ensayo-error, y sobre protegerlos no les beneficia en nada, es más puede ocasionar problemas como puede ser presentar déficit sensoriales y problemas en el sistema vestibular. Además de que cogen ciertos miedos e inseguridades que posiblemente les acompañará el resto de sus vidas.
En mi opinión, a pesar de tener o vivir esa sensación de riesgo en diferentes momentos, es necesario no privar de ese espacio en el que los niños/as tengan la libertad de jugar, experimentar, sentir, explorar a través del movimiento. El movimiento es una necesidad vital en los infantes. Experimentan constantemente a través del cuerpo y el movimiento de este. A partir del movimiento irán descubriendo las posibilidades de encontrar diferentes posturas y luego llegar a desplazarse. Es necesario darles la libertad de ello pero también estar atentos para evitar el peligro, sin llegar a caer en la sobreprotección. Considero, que los niños/as aprenden más si se les deja libertad para que sean ellos mismos los que manipulen, experimenten y sientan. Pienso que una está muy ligada a la otra, ya que se aprende a través del riesgo, el cual, es necesario que los pequeños lleguen a sentirlo, sabiendo siempre distinguir riesgo de peligro, tratando de evitar el último.
La vida está llena de riesgos y el niño/a desde que nace debe de aprender a medirlos en relación a sus posibilidades, ahí es donde encontramos la diferencia entre el riesgo y el peligro. Un niño/a que sabe medir los riesgos sabrá detectar el peligro.
La familia infravalora las capacidades de sus hijos/as y actua de una manera sobreprotectora impidiendo que se desarrollen. Es verdad que muchos de los miedos que los niños/as tienen son infundados por los adultos. ¿Por qué los mismos padres habiendo disfrutado de la libertad en su niñez no confian en sus hijos/as en situaciones que conllevan cierto riesgo?
El entorno ha cambiado, pero eso no significa que el niño/a no pueda experimentar y vivir experiencias en el exterior de una manera más libre que de paso a un aprendizaje sensorial más rico.
A parte de que el entorno ha cambiado, la sociedad también lo ha hecho y a redirigido el aprendizaje hacia un entorno abstracto, dirigido por una tercera persona sin darle la capacidad al niño/a de conocerlo directamente ni comemter errores, en definitiva, sin correr riesgos.
Hay un déficit de naturaleza en la educación de los niños/as que impide esa capacidad de adaptarse y aprender de ella. Personalmente, yo concibo la infancia como un etapa de: manchase,correr, saltar, oler, gustar, caerse, ponerse a prueba,etc. Vivir la infancia.
Hola! En primer lugar, me parece que dejar a los niños/as correr riesgos no es un sinónimo de exponerlos al peligro, es más, considero que dejar libertad a los niños para explorar y experimentar a través del cuerpo y del movimiento, les hará correr menos peligros en un futuro, ya que conocerán muchas más cosas y tendrán más conocimientos que si les privamos directamente de este tipo de aprendizaje. Por otra parte, la sobreprotección a la que están expuestos la gran mayoría de los niños hace que sean incapaces de adaptarse a ciertas situaciones, ya que se les da todo sin dejar que se equivoquen, prueben, fallen y aprendan de sus propios errores. Finalmente no debemos olvidar que el error es aprendizaje y que si no aprendemos a equivocarnos cuando somos pequeños, cuando seamos mayores esto nos puede producir un gran problema, así que dejemos que los niños lleven un aprendizaje por descubrimiento sin miedo a equivocarse. ¡El riesgo es bueno!
En primer lugar y como bien dice el artículo de Clara, no creo que dejar expuestos al riesgo a los niños sea exponerlos al peligro. Entendemos riesgo en un sentido positivo y saludable cuando los niños pueden ejercitarse físicamente aprendiendo sobre sus fuerzas y conociendo las limitaciones de su propio cuerpo, experimentando el miedo, la seguridad… Es por esto que creo que es importante dejarles libertad a la hora de jugar y dejarles que experimenten y conozcan sus propias limitaciones, así serán niños con más seguridad y autoestima.
Creo que no es muy adecuado educar a los niños con limitaciones a la hora de jugar, pues están en edad de experimentar y conocer cosas nuevas, y la sobreprotección puede acabar con niños con muchas inseguridades y baja autoestima porque no se les ha permitido ni fallar, ni errar, lo que puede llegar a hacer que en un futuro no sepan cómo adaptarse a diferentes situaciones.
Tras leerme el artículo, ver el vídeo y con mi opinión sobre este tema me gusta haber podido leer el artículo porque nunca había caído en la diferencia de riesgo y peligro, riesgo es algo saludable que ayuda al niño a crecer y tomar decisiones, en cambio el peligro es algo malo que hay que evitar, me gusta la reflexión que hace de que si educamos a los niños con sobreproteccion por miedo de que corran peligros, les estamos abocando al peligro de desarrollarse de forma inadecuada.
Yo cuido niños, sobre todo un niño hiperactivo que siempre que vamos al parque no usa el tobogán para bajar, él lo escala, salta las vallas, se sube encima de la casita de madera, salta los pivotes negros de las aceras, etc, etc y yo le permito experimentar, incluso el mismo sabe y conoce el límite, sabe de lo que es capaz y de lo que no y si lo intenta y le sale mal, él mismo dice "voy a volver a intentarlo".
Quiero decir con esto, que no hay que forzar a los niños, pero que los niños no son tontos, saben que límites y que capacidades tienen y es verdad que a veces su curiosidad les lleva a situaciones en las que nosotros tenemos que intervenir y moderar, pero por lo general no es necesario, incluso es bueno que fomentemos su autonomía, que arriesguen sin peligros y que crezcan sin miedo.
Actualment estem vivint en un món on els pares i les mares es preocupen molt a sovint per que els seus fills o filles vajen al parc, però en compte! Que no pujen a un arbre molt alt o no es "refreguen" per l'arena perquè arribaran bruts a casa.
En la meua opinió la infantessa no hauria de limitar-se a que els pares i les mares protegisquen tant als seus nens i nenes, ja que estàn fent-los veure que quan es caiguen la familia sempre estarà ahi per alçar-los.
És realment un perill que els xiquets i xiquetes es caiguen, s'embruten, juguen amb la sorra, boten, córreguen, o es posen una fulla del terra a la boca? Jo pense que no. Hem de fer que els infants es troben en la oportunitat de viure noves experiències, de caure i fer-se mal, perquè s'alçaran i veuran el valor de la vida. Començaran a entendre que tot problema te sol·lucions i que ells sols poden superar-los. És molt important que començen a viure sense por. Hem de confiar en ells i no tallar-los les ales.
Riesgo y peligro son dos conceptos diferentes y nos damos cuenta después de ver el artículo. Los padres normalmente suelen proteger a los niños demasiado dejando que no descubran cosas nuevas por ellos mismos. Siempre he pensado que como más se descubre es probando cosas nuevas, así ellos pueden ver donde son capaces de llegar. Pero por otra parte también es entendible que ciertos maestros tengan respeto a que los niños puedan hacerse algún tipo de daño mientras están a su cargo. Pero creo que lo mejor es dejarlos descubrir para que vean donde pueden llegar y si es necesario prestarles ayuda en su descubrimiento.
Crec que en aquest nou temps on l'educació es qüestiona cada vegada més aspectes que abans passaven de llarg o que no se'ls donava especial rellevància, és un bon moment per a parlar d'açò.
“Si prohibimos que trepen a los árboles… buscarán otros elementos en los que satisfacer esa necesidad”. M'agrada molt aquesta frase de l'article lloc que enllaça dos aspectes rellevants que em donen sempre que pensar.
D'una banda, el fet que planteja aquesta entrada en el blog de perill i risc. En la vida, sempre estem en constant repte personal, assumint riscos que no tenen perquè portar una connotació negativa, sinó aquella de superació, de constància i de posar a prova les nostres capacitats per a descobrir també quins són els nostres limits. M'apesara molt que s'haja perdut l'essència de créixer a cada caiguda, a cada moretón, a embrutar-se i portar-te aqueixes ferides de guerra a casa però eixa felicitat d'haver donat tot de tu per a prendre consciència del teu cos, de la relació entre iguals en un context on les normes s'establien amb un pedra, paper o tisora o on el rol s'assignava i canviava en cada aventura en eixir de classe sense tanta intervenció dels adults.
Un altre aspecte rellevant és el de prohibir, no hi ha gens més temptador que una prohibició per a voler trencar amb ella. És per aquest motiu que considere que a voltes és millor poques normes i concises que milers de normes amb la finalitat de passar d'evitar perills a sobreprotegir. No dubte del paper dels educadors (família i docents) a l'hora de ser guies i evitar perills, però no interposar-se sempre als riscos perquè estem impossibilitant que s'exploten les possibilitats personals.
Malgrat que sentim cert pessimisme àdhuc sobre les postures de les famílies pel que fa a aquest tema, hem de seguir armant-nos de paciència i energia per a ser aqueixa eina de canvi que precisa l'educació ja que, malgrat que a poc a poc anem avançant, queda molt camí per recórrer i tenim en el nostre poder anar depositant eixos xicotets granits d'arena que donen pas a eixe vertader canvi que anhelem com a docents.
Des del meu punt de vista, aquest tema és molt interessant, ja que últimament (o pel que jo m'he fixat) hi ha molts nens i nenes sobre protegits que no han explorat, experimentat i que no coneixen fins on apleguen els seus límits. Encara que risc i perill no signifiquen el mateix, és important que els nens i nenes s'enfronten a la realitat i coneguin quins riscos i perills hi ha al fer una cosa o un altra, sovint moltes famílies passen l'estona al parc o a qualsevol altre lloc dient als seus fills i filles que tinguin cura, que es van a caure, que es van a fer mal, i un llarg etcètera que impedeix que els nens tinguen una certa llibertat per tal de conèixer les seues limitacions.
Moltes vegades pensem que risc i perill són conceptes sinònims quan en realitat no es així, es per això que una vegada hem vist el vídeo i hem llegit l'article podem comprendre la diferència entre l'un i l'altre a la perfecció i reflexionar sobre aquest aspecte.
En primer lloc, deixar als xiquets i xiquetes córrer riscos no és sinònim d'exposar-los als perills. Córrer riscos ens ajuda a saber fins on podem arribar en les diferents situacions que s'ha presenten, conèixer les nostres capacitats i ser conscient dels nostres límits. Per això, és important deixar al xiquet/a que experimente i visca experiències deixant que prove, que s'equivoque i que aprenga de les seues errades evitant la sobreprotecció dels pares o dels propis mestres ja que m9ltes vegades al dir-li " te vas a caure " o " per ahí no que ės perillós " estem impedint-los moure's de manera lliure i això fa que puguen tindre dificultats en la postura, l'equilibri o la orientació del propi cos en l'espai.
Para mi riesgo y peligro no es lo mismo, el primero es una serie de consecuencias que se da cuando no somos capaces de controlar el peligro. El peligro en cambio está dentro de nosotros y depende de cada uno y de sus capacidades. No sé si es porque pertenezco a una generación donde los parques eran de tierra o gravilla, los columpios no eran de plástico sino de metal, y las madres nos dejaban jugar en el parque, siempre vigilados, pero en libertad, si está claro que nos hacíamos rasgullos y quemaduras en las rodillas, bueno en las piernas, brazos y partes del cuerpo que no te explicabas como, pero teníamos libertad de movimiento, explorábamos todo lo que teníamos alrededor. No estoy muy de acuerdo con la sobreprotección que existe hoy en día, los niños y niñas necesitan una supervisión pero no que coartemos sus juegos por miedo a que se hagan daño. No me voy a defender con la idea de que antes nos hacíamos heridas y éramos felices, hoy en día los niños y niñas sobreprotegidos también lo son, pero sí que tal vez al tener mayor libertad teníamos más cuidado con lo que hacíamos, porque no era una prohibición y era algo natural para nosotros. Hoy pienso que al verlo como algo malo se crea mayor peligro, ya que la sobreprotección hace a los niños/as más torpes incrementando el riesgo de que suceda algo. Un saludo, nos leemos por el blog.
Me gustan muchos los vídeos y los artículos que tratan este tema porque considero que, hoy en día, estos términos, riesgo y peligro, son confundidos por una gran cantidad de gente, sobre todo adultos.
Yo creo que son términos totalmente diferentes. Una persona puede llevar a cabo una acción que conlleve riesgo pero que no tenga nada de peligrosa. Y las actividades que hacen los niños/as día a día son así, es decir, corren, saltan, muerden, etc.
Este tema me ha recordado a un vídeo que vi hace poco que es el documental "Babies". Este trata sobre el primer año de vida de 4 niños/as que viven en cuatro poblaciones totalmente diferentes. Uno de ellos, concretamente Ponijao, vive en una tribu de África. A este niño le dan plena libertad, desde que es un bebé recién nacido, para realizar acciones. Prácticamente todas ellas son actividades de riesgo, pero el niño nunca está en peligro porque está en constante vigilancia, aunque le dejan su espacio.
Actualmente, nuestra sociedad está caracterizada por la sobreprotección de los niños/as, hecho que pensamos que los favorecen porque no se van a hacer daño, pero, en realidad, lo único que estamos haciendo es prohibirles de libertad y de aprendizajes.
Con todo esto no quiero decir que haya que dejar a los niños y niñas solos y que hagan lo que quieran. Como he dicho anteriormente, una actividad de riesgo no tiene porqué conllevar peligro, pero si el adulto no está pendiente del pequeño/a, sí que puede acabar siendo una actividad peligrosa.
Por todo ello, lo que pienso es que los adultos debemos dejar que los niños y niñas experimenten y vivan situaciones por ellos solos, pero lo que nunca debemos de hacer es que por nuestros descuidos y despreocupaciones se hagan daño.
Si ens parem a pensar, és veritat que es tendeix a creure que risc i perill són el mateix, però aquests conceptes estan lluny de ser sinònims. Açò fa que molts pares sobreprotegeixen els seus fills, evitant que assumisquen cap risc i més que afavorir (o protegir) el xiquet li coarta la llibertat de moviment.
Pensem que hem de protegir als xiquets i xiquetes perquè són molt vulnerables, ens costa deixar que caiguen i que es facen mal. Per això els infonem pors i els prohibim certes accions amb la idea que així creixeran millor, més feliços, més sans. Sovint es diu als xiquets tot el que no ha de fer "No escales, no córregues, no puges ací, no agafes allò" millor si està segut i quiet i sense res que puga suposar un possible perill. Els xiquets i xiquetes han d'assumir els riscos que poden trobar al fer una activitat o acció, s'han de provar, han de descobrir les seues limitacions, han d'aprendre de les seues caigudes i ho han de fer des de l'experiència pròpia.
No és que pense que hem de deixar que els xiquets facen el que vulguen i que no hi ha riscos ni perills al realitzar una activitat; el que pense és que els hem de deixar fer, explicant-los els riscos que comporta fer alguna activitat, perquè ells els comprenguen i puguen saber quins riscos poden o volen assumir i quins no.
Per tant els xiquets s'ha de moure, amb llibertat, assumint riscos, aprenent d'aquests i fent-ho des de l'experimentació. I els adults haurem d'aprendre a no limitar els moviments dels xiquets i xiquetes deixant de transmetre'ls les nostres pors.
M’ha semblat molt interessant llegir aquest article i, sobretot, veure aquest vídeo, ja que era un tema que abans no m’havia plantejat supose que perquè, per sort, la majoria de xiquets i xiquetes del meu entorn no estan sobreprotegits i exploren amb total llibertat fins on poden arribar.
Llegir aquest article m’ha fet comprendre que risc i perill són dos conceptes diferents, ja que el risc el prenem com a concepte positiu i perill, com a negatiu. Així doncs, també m’ha fet reflexionar sobre que crear entorns hiperprotegits acaba sent un perill també.
El que més m’ha impactat ha sigut el vídeo ja que, en un primer moment, temia per si queia el xiquet. Amb les reflexions que anaven fent-se he anat comprenent quants beneficis té el fet de deixar que exploren per ells mateixa i que nosaltres, els adults, no els limitem.
És veritat que hui en dia, les persones adultes tractem a vegades de sobreprotegir als nens i nenes petites per por a que es facen mal, a que cauen, etc. , i encara que no ho fem amb mala intenció, es possible que a llarg termini, perjudiquem més que ajudem. Els xiquets i les xiquetes necessiten tindre llibertat per poder experimentar, i així , com diu Clara, la autora de l’article, anar coneixent les capacitats del seu propi cos, experimentant l’equilibri, la seua força, i realitzant activitats on han de prendre decisions sobre riscos. No té perquè sempre que els xiquets i xiquetes córreguen un risc, estar en perill; crec que el perill va referència a algo més, com que la vida del xiquet/a està en amenaça, no està segura. Per altra banda, el risc té part positiva perquè permet al participant explorar, veure i posar en pràctica les seues capacitats i nosaltres com a adults, els pares i mares i en sí les persones responsables de les criatures deuríem permetre’ls la llibertat suficient per fer-ho, perquè aprenguin de les coses que fan, i pense que, caure’s qualque volta no els ve tampoc tan mal, amb certa seguretat, però els ajuda a aprendre també d’això, alçar-se i continuar endavamt a seguir jugant. Si no afavorim aquestes situacions, el que estem fent es, per una banda no deixar-los llibertat perquè experimenten el moviment, els riscos, les seues habilitats, que es relacionen i tinguen contacte amb l’ambient que els rodeja; i per altra, les estem posant una por que ells i elles abans no tenien i estem cohibint-los cada vegada més, i fent que quan siguen majors, tinguen por a tot i siguen insegurs de sí mateixos perquè pensen que no poden fer allò que es proposen. A més, si els sobreprotegim, al final estem modelant individus amb “mamitis”, que els costa estar sense els pares, relacionar-se amb els altres, on el fet de pensar i de crear els costa perquè sempre han estat amb ajuda de una persona adulta i tenen por d’allunyar-se d’aquesta per no saber allò que els podria ocórrer.
Hola, soy Saray Vicente. La verdad es que existen muchos padres que sobreprotegen a sus hijos debido al miedo que tienen de que les ocurra algo malo. En mi caso tengo dos hermanos de 6 años y muchas veces mi madre no les deja hacer nada por su miedo a que se hagan daño. Por lo contrario, mi padre es totalmente opuesto a mi madre y les da libertad a que experimenten siempre con su supervisión.
En mi opinión, creo que los niños/as tienen que ser niños/as ahora, es decir, hay que dejar que experimenten, que trepen árboles, que corran, que salten, .... siempre supervisandolos, porque si un niño/a no trepa un árbol, ¿cómo va a saber hacerlo?.
Muchas veces los padres son más inseguros que los propios niños/as y les trasmiten esa inseguridad y miedo al realizar alguna cosa. Por ello, hay que dejar que se diviertan y que se caigan una y otra vez hasta que consigan su objetivo.
Después de leer el artículo y de ver el video, parece evidente que durante los primeros años de vida escolar se entiende como método de protección a los niños/as la sobreprotección, que como muestran en el video resulta contraproducente para el desarrollo intelectual y motor del alumnado.
Cuando se les otorga esa cierta libertad para explorar, los niños/as utilizan de su imaginación para investigar el entorno sin nadie que les diga que pueden o que no pueden hacer, y que finalmente provocamos nosotros mismos con entornos protegidos que estos sean más peligrosos que un entorno vigilado pero con riesgos.
Creo que es necesario que los niños experimenten el riesgo en primera persona para así conocer los límites y así ser capaces de llegar a conocer cuáles son sus posibilidades, no digo que estén sin vigilancia, todo lo contrario, pueden estar en cualquier ambiente siempre y cuando esté controlado y vigilado.
Tal como dice el artículo "La importancia del riesgo en el juego y cómo acompañarlo adecuadamente", los niños siempre sienten más curiosidad por aquellas actividades que pueden conllevar cierto peligro que por esas que conocemos como "seguras", ya que estas últimas las consideran aburridas.
Estamos acostumbrados a prevenir que actúen o hagan ciertas cosas por miedo a que se hagan daño, y así lo único que conseguimos es que lleven a cabo esas acciones aprovechando cuando no hay ningún adulto o están con otro diferente a su madre/padre, lo cual puede tener un resultado peor (experiencia propia).
En el artículo, la autora da una serie de recomendaciones que considero bastante acertadas a la hora de entrar en este mundo "peligroso": -Salir a jugar al aire libre. -Cuidar o revisar el espacio previamente. -No interferir ni ayudarles a trepar donde no pueden. -Diferenciar nuestro miedo del suyo. -Considerar a los niños personas autónomas y capaces.
En cuanto al vídeo, he de decir que viendo cómo escalaban y se columpiaban algunos de los niños, sobre todo los más pequeños, no he podido evitar pensar "verás como se cae y se hace daño". Esto me ha ayudado a abrir los ojos y darme cuenta de que somos demasiado sobreprotectores, y de esta manera les impedimos disfrutar al máximo y desarrollar sus capacidades.
Así que, dejémosles más libertad y seamos menos controladores.
Como se ha repetido en muchas ocasiones en los comentarios, las personas nos confundimos con los términos, riesgo y peligro.
Veamos, un niño/a necesita moverse, necesita estar activo. Seguro que, si os pregunto si habéis visto más niños que no paran o más que se están quietos, la respuesta será clara. Los niños/as tienden a jugar, para divertirse seguramente, pero no por encima de sus posibilidades, ellos son plenamente conscientes de lo que pueden o no pueden hacer, ahí es donde entran los términos riesgo y peligro. Ellos son conscientes de si están haciendo algo peligroso, a pesar de ello, sí que corren riesgos al realizar alguna actividad. Uno de los ejemplos es el del vídeo, donde el niño se sube a la estructura para trepar. ¿Está corriendo un riesgo? ¿Él sabe que corre riesgo? Está claro que sí, pero, ¿sabe que puede ser peligroso? También. Sin embargo, es un peligro que el niño sabe que puede correr, porque sus condiciones y posibilidades están por encima.
Por otro lado, se encuentra la posición de los padres, donde, en mi opinión, cada vez son más protectores, donde no permiten lo que se permitía. Los tiempos han cambiado mucho, ¿quién no ha llegado alguna vez con las rodillas raspadas? Posiblemente no haya tantos, pero, hoy en día, esa posibilidad ha decrecido. Los niños y niñas juegan en los parques, sí, pero la gran variedad de posibilidades de jugar ha aumentado, principalmente, con las nuevas tecnologías. Esto provoca que no se juegue tanto en los parques. En resumen, lo que viene siendo un sí que juegan, pero en realidad no.
Hola! Després d’haver llegit l’article i vist el vídeo, trac com a conclusió que hem de deixar als xiquets i xiquetes assumir el risc, sense parar-los els peus abans que intentin fer alguna cosa que nosaltres, els adults, considerem perillosa.
La qüestió està en que no hem de deixar que el risc siga massa perillós, hem de posar les mesures necessàries per que els xiquets i xiquetes puguin fer les activitats lliurement sense que el perill siga massa gran.
El problema en la nostra societat, es troba normalment quan, per por al perill, no deixem que els xiquets i xiquetes assumeixen cap tipus de risc, deixant-los així sense capacitat de reacció davant situacions complicades, és a dir, els sobreprotegim, educant així xiquets i xiquetes amb pors i inseguretats.
¡Hola a tots! A dia d'avui vivim en una societat sobreprotectora amb els més petits. Per a moltes de les famílies és impensable que en el col·legi, a qualsevol zona d'oci o fins i tot a casa es duguin a terme pràctiques com les quals es poden veure en el vídeo, ja que són considerades “perilloses”. Com bé diu l'article, risc i perill no són el mateix. Existeix aquest risc saludable que convida als nens a investigar, a descobrir les seves pròpies possibilitats i limitacions, a conèixer-se millor no solament físicament sinó també de manera emocional, a aprendre a observar l'entorn que els envolta i sobretot al fet que ells mateixos siguin els que desenvolupin les seves pròpies habilitats, capacitats i coneixements. Els nens neixen sense cap tipus de por, i moltes vegades és per culpa dels més majors pels quals acaben adquirint-los. Crec que és molt més fàcil que un nen agafi por a caure si cada vegada que es puja a un gronxador li repeteixes constantment “vés amb compte que et pots caure”, “no facis això que et pots fer mal”. Al final l'única cosa que fem és condicionar al nen, imposar-los les nostres pròpies pors i fer que perdin aquesta iniciativa curiosa que tots els nens i nenes tenen. Com diu l'article, és clar que no hem de deixar que els més petits corrin perill si es fes dany en termes greus, però no podem eliminar els riscos al cent per cent, i més en una etapa com en infantil, on els nens i nenes estan aprenent-ho tot des de zero, vivint infinitat de coses noves. Per això, estic totalment d'acord en què hem de permetre que siguin els nens per ells mateixos els que assumeixin els regs mentre descobreixen i juguen, i que nosaltres ens limitem a acompanyar-los i, en cas d'arribar al límit, intervenir. Jugar a l'aire lliure, revisar els espais i deixar-los al seu aire haurien de ser les tasques que els majors fem, cap més, perquè siguin ells mateixos els que prenguin la iniciativa de descobrir noves coses.
¡Hola a todos! Esta entrada me ha parecido muy interesante. La verdad es que esta sociedad es muy sobreprotectora con los niños, y eso a largo plazo provoca que su desarrollo emocional no sea el adecuado, también que no tengan resistencia a la frustración. Hoy en día se confunde peligro y riesgo. Hay un nivel de riesgo que lleva a los niños a investigar y descubrir sus `posibilidades y limitaciones. No solo les ayuda a nivel físico sino también emocional, como he dicho se están criando niños y niñas sin resistencia a la frustración. Debemos ser más flexibles ya que si limitamos a los niños van a perder su instinto curioso. Debemos ser guías en su desarrollo, es decir, no debemos dejar que estén frente a un peligro real, pero el riesgo forma parte de su aprendizaje ya que además a lo largo de su vida van a estar expuestos a riesgos y no mostrárselos de pequeños hace que sean incapaces de afrontarlos correctamente de adultos/as.
Bon dia a tots i a totes! Primerament, he de de dir que el vídeo m’ha impactat, pot ser perquè en la societat sobreprotectora amb els xiquets i les xiquetes en la que vivim, mai permetria que una pràctica com aquesta es dugués a terme. No obstant això, pense que és una manera molt interessant a l’hora de deixar autonomia i llibertat al nen per a descobrir-se a si mateix i descobrir les seves pròpies capacitats i habilitats. Per una altra banda, també és molt important deixar clara la distinció entre risc i perill. Quan parlem de perill, fem referencia a alguna cosa que atempta sobre la nostra vida, en canvi, s’assumeix el risc d’una activitat si no estem capacitats per a realitzar-la. Els xiquets i les xiquetes quan son petitets no veuen el perill en lloc, ni pensen que si fan una determinada cosa es faran mal. Es per això, que nosaltres, com a guies, i també pares, hem de deixar-los experimentar però a la vegada, informar-los de les conseqüències que poden tenir els seus actes o activitats i acompanyar-los en la realització d’aquestes. També han de veure per ells mateixos que si se cauen, no passa res, es tornen a alçar i pot ser altra vegada no ho faran, inclús els servirà també com una manera d’autosuperació i esforç.
Hola a todos y a todas! En ocasiones sobre protegemos a los niños y niñas y no nos damos cuenta. Constantemente les estamos diciendo "ten cuidado"; "te vas a caer","eso es peligroso", "ya verás lo que te va a pasar..." y no nos damos cuenta que lo que estamos haciendo el limitarlos. Los niños y niñas deben tener total libertad de movimiento y creación, teniendo siempre cuidado, pero deben aprender de sus errores y aprender que cualquier acto tiene una consecuencia ya sea positiva o negativa. Yo considero que cualquier acción conlleva un riesgo, ya sea más o menos peligroso y los niños y niñas deben entenderlo. POr ello debemos enseñarles que deben hacer lo que ellos quieran pero con cuidado. En cambio no creo que todos los actos tengan peligro, todo dependerá de la forma en la que se hagan. Y es importante poder enseñarle a los más pequeños esto.
En mi opinión, y después de documentarme un poco, me he dado cuenta de que muchas veces sobre protegemos demasiado a los niños/as sin darnos cuenta de que este hecho posiblemente sea perjudicial para su desarrollo.
Conozco a docentes y familias que se preocupan demasiado en si el niño/a se equivoca o hace algo mal que pueda ser "peligroso". Pero esta tarea es todo lo contrario, ya que es importante que los más pequeños/as sepan equivocarse y darse cuenta por ellos mismos de lo que está mal o está bien.
Además, si les dejamos libertad ellos/as aprenden de una forma mucho más enrequecidora aunque nos de miedo si de esta forma les pasa algo. Debemos proteger, eso esta clara, pero en la justa medida posible. Mediante libertad, crean movimiento, y de esta forma lo que consiguen es enseñanza, autonomía... Puede que se equivoquen y que tengan errores, pero es de la forma en la que mejor se aprende y lo tengo comprobado.
Como futuros docentes debemos de enseñarles como tienen que gestionar su libertad y a la vez aprender de sus errores sin necesidad de correr ningún riesgo.
Para empezar, decir que el caerse, tropezar, hacerse daño con objetos o sin ellos, chocarse… todo esto esta eternamente ligado a la infancia, y no solo a la infancia sino al hecho de crecer. Yo he hablado siempre con mi familia de este tema, y siempre me han dicho que me he caído miles de veces pero que así fui capaz de poder andar y correr sin medo, porque sabia que si me caía me podía volver a levantar y seguir corriendo. Este hecho no debe cambiar, esta claro que siempre ha habido madres y padres sobreprotectores, pero para eso estamos también los docentes y futuros docentes, para demostrar a los padres que da igual lo encima que estés de tu hijo, si en algún momento andará y se caerá. Con esto no quiero decir que los padres no tengan que prestar atención a sus hijos, sino ayudarles a explorar y a entender que si se caen no pasa nada, pueden continuar luego. Por el contrario, si se sobreprotege a un hijo puede acabar perjudicándolo, ya que le puede crear inseguridad y miedo al realizar ciertas actividades. Y como dice el video, pueden presentar déficits sensoriales y problemas en el sistema vestibular cara al futuro. Por tanto, dejemos que los niños se desarrollen explorando e investigando, siempre bajo vigilancia. Y que sean ellos mismos los que decidan tener miedo a algo, y no estar condicionado por sus padres.
Después de leer el artículo y ver el vídeo he podido darme cuenta de que el riesgo y el peligro son dos conceptos diferentes.
Muchas veces protegemos demasiado a los niños y no les dejamos total libertad para experimentar el entorno por miedo a que les pase algo malo.
Cuando estaba viendo el vídeo, como le ha ocurrido a algunos/as de mis compañeros/as, también me he preocupado por el niño pequeño pero conforme iba avanzando y leía las reflexiones me he dado cuenta que la mayoría de las veces limitamos a los niños y eso no es bueno, ya que ese riesgo puede aportarnos beneficios y gracias a él aprender.
Finalmente, tengo que decir que este artículo me ha parecido muy interesante, ya que nunca me había parado a pensar la diferencia entre estos dos conceptos. Pienso que en la actualidad los padres sobre-protegen a sus hijos/as y les ''cortan las alas'' para explorar su entorno.
Después de haber leído una y otra vez el artículo propuesto, pienso que la frase que expongo a continuación no podría tener más certeza: no podemos transmitir un constante mensaje de peligro cuando los niños juegan.
Por un lado, y bajo mi punto de vista, pienso que todo niño debe estar expuesto a experiencias, ya sean algo arriesgadas o no, pero nunca debe estar el peligro por el medio. Riesgo, arriesgarse. Muchas veces, a lo largo de mi vida, me han dicho que debo arriesgarme. Creo que el riesgo es positivo, porque detrás de cada riesgo hay un aprendizaje. Todos los niños y niñas, en edades bien tempranas, deben experimentar en todo lo posible, aprender de todo lo que se les ponga por delante pero, sobre todo, deben disfrutar.
Por otro lado y a modo de ejemplo, hace unos días me fui de excursión con un grupo de primero de primaria y un adulto me dijo: ten cuidado, que si el niño se sube allí arriba se puede caer. Yo sabia que allí arriba el niño no corría peligro, pero si riesgo, por tanto dejé que experimentara. Previamente, me aseguré de que el lugar no era peligroso y por el espacio podía actuar libremente.
Así pues, pienso que los niños y niñas son lo suficientemente autónomos para poder realizar tareas y actividades que supongan un poco de riesgo y, sobre todo, que supongan experimentación. Debemos apartar el miedo de no dejarles actuar por sí mismos, debemos de dejar de protegerles tanto y debemos brindarles la oportunidad de que gocen de una infancia divertida.
La relación entre la autonomía de los niños y la percepción del riesgo y del peligro es muy interesante. Debido a la corta edad de los pequeños, muchas de sus acciones son coartadas por sus familiares directos o cuidadores. En este sentido, aparece la tan sonada “sobreprotección” de los niños. La cantidad de artículos acerca del tema es cuantiosa, y en la mayoría de los casos la principal problemática es el límite entre proteger de una acción potencialmente peligrosa y sobreproteger a los niños de acciones que no entrañan ningún gran peligro.
ResponderEliminarUno de los principales argumentos en la protección desmesurada de los menores es que el desarrollo cognitivo es todavía demasiado bajo para discernir cuando una conducta entraña un peligro real para la vida, es decir, no han desarrollado la noción del peligro. De esta manera, podemos pensar que sus acciones no responden a ningún patrón lógico y no son conscientes de los riesgos que toman. Lo cierto es que sí lo hacen, las principales teorías del aprendizaje lo respaldan.
En primer lugar, Piaget afirmaba que en una de las etapas más tempranas de la infancia, el niño aprendía mediante el movimiento y el uso de los sentidos. Así, se confirma la necesidad que tienen los pequeños de realizar actividades físicas como trepar y saltar para conocerse a sí mismos y sus posibilidades en el entorno. En segundo lugar, Vygotsky afirmaba que el niño es el encargado de construir su propio conocimiento mediante sus interacciones con el medio. De esta manera, un niño que es consciente de que puede saltar de un pequeño bordillo con soltura, buscará uno más grande. Esto es, que los pequeños buscan sus zonas de desarrollo próximo atendiendo a lo que ya son capaces de hacer. El riesgo al que se exponen los niños explorando sus límites no es ningún peligro importante, pues son conscientes de lo que son capaces de hacer previamente y sus progresos son paulatinos.
En conclusión, yo opino que los niños y las niñas toman riesgos diariamente en actividades cotidianas para conocer el mundo, pero no entrañan ningún peligro real ya que ellos mismos son conscientes de sus habilidades previas antes de realizar estas conductas. Si coartamos sus acciones por ser consideradas desde la perspectiva adulta como demasiado peligrosas, estamos coartando también el aprendizaje de los pequeños y el desarrollo de sus habilidades motrices.
Des de la meua perspectiva risc i perill no són el mateix, perquè sols podem parlar d’assumir els riscos d’una activitat si comprenem els perills que poden acompanyar-la. I per a mí, sols és perillós allò que pot arribar a atemptar contra la vida. Des d’aquesta perspectiva hi ha poques coses, a la vida dels infants, que siguen perilloses.
ResponderEliminar“No córregues que cauràs a terra”, “No t’apropes tant a la piscina que cauràs dins”, “No puges dalt de la cadira que et faràs mal”, “No agafes les tisores que et tallaràs”, etc. són oracions que acompanyen el dia a dia dels infants. Realment totes aquestes accions no tenen res de perilloses, el perill apareix quan no ens han explicat que fer-les tenen determinats riscos que poden ser perillosos si no els considerem, si no els comprenen. Per exemple no es perillós córrer si l’únic lloc on podem caure és el sól, podem caure a la piscina o a un llac si sabem nadar, podem pujar dalt d’una cadira si controlem l’equilibri d’aquesta i busquem espais segurs per a fer-ho i podem emprar les tisores si comprenem que utilitzar-les malament ens pot causar danys a nosaltres i als demés.
Però sovint no volem explicar que és allò mal que pot ocórrer, preferim prohibir-ho. No volem espantar als xiquets/es mostrant-los una realitat massa dura. Preferim perseguir-los dient-los “caca caca”, “això no”, etc. I és comprensible, el nostre món no és perfecte i ocorren coses dolentes, però volem deixar als més menuts que gaudisquen abans que es preocupen. Ara bé, hem de trobar la manera de deixar-los experimentar, d’entendre que la gent cau i es torna a alçar, de permetre'ls conèixer les seues capacitats i millorar-les. Hem de donar-los l’oportunitat de conèixer els perills per a que puguen assumir el riscos des de la plena consciencia. Així aconseguiran un aprenentatge significatiu sobre l’entorn i ells mateixos.
El tema que se trata en el presente artículo y en el presente vídeo, me ha recordado un poco a otro de los vídeos expuestos, también, en este blog en el que una pedagoga (Mar Romera) habla de lo sobreprotectora que se está volviendo la sociedad con los niños pequeños. En ese caso Mar hablaba de evitar “emociones malas” para que el niño no sufra y en este caso se habla de evitar peligros para que el niño no se accidente y no se haga daño.
ResponderEliminarRespecto a este tema he de decir que no estoy del todo de acuerdo. Es cierto, y comparto totalmente, que muchas veces llenamos a los niños de miedos y prohibiciones que no hacen más que cohibir que sea él mismo quien descubra hasta donde es capaz d llegar o de hacer. Creo que la propuesta que se llevó a cabo en Nueva Zelanda donde se prohibieron todas las normas y restricciones en los juegos es una iniciativa muy interesante y beneficiosa. Opino que los niños deben investigar, descubrir, y tomar ellos mismos conciencia de lo que es peligro y lo que es seguridad. Además, no limitarlos les motiva a hacer ejercicio físico y todos sabemos las numerosas ventajas que este tipo de actividades tiene en el niño (mejora su tono muscular, su actividad cognitiva, su inteligencia, su coordinación, etc.).
Hasta aquí todo muy bien y conforme con todo, pero ha habido un momento del vídeo en el que se me han puesto un poco los nervios a flor de piel y es cuando he visto a un niño que tendría unos dos años, no más, gatear por una espaldera con una altura considerable. No sé si será porque precisamente vivimos en una sociedad sobreprotectora y no estoy acostumbrada a ver ese tipo de situaciones, pero lo cierto es que me ha parecido demasiado el riesgo asumido. Un niño tan pequeño que todavía no ha acabado de desarrollar su cerebro y su cráneo es aún muy delicado, no sé hasta que punto un accidente desde esa altura y a esa edad podría condicionarle el resto de su vida. Trabajo en un colegio de educación especial y tenemos varios casos de niños con déficits funcionales bastante severos causados por golpes en la cabeza cuando eran pequeños. Creo que lo que se defiende en el artículo está muy bien, pero que no “todo vale” y que, a veces, hay que pone ciertos límites en el riesgo, porque los accidentes existen y en algunos casos las consecuencias pueden ser muy a tener en cuenta.
Creo, por tanto, que no se debería ni dar un extremo ni el otro. Dejarlos hacer y descubrir y no prohibirles cualquier cosa que les pueda lastimar, pero también poner ciertos límites cuando son muy pequeños. Que se caigan, que se hagan daño y aprendan de los errores está bien, pero sin sobrepasar la línea entre que se hagan daño y se condicione el resto de su vida.
En mi opinión un episodio muy común durante el periodo de crianza y cuidado de un niño es ver como su padre, madre, cuidador... protege al niño ante diversos contratiempos y accidentes. La razón es el miedo que tenemos al pensar de que el niño aún no tiene la suficiente madurez para entender la noción de peligro y por eso muchas veces caemos en la sobreprotección.
ResponderEliminarDesde pequeños los niños deberían aprender por sí mismos y no somos conscientes que esta sobreprotección les limita para conocer el mundo que les rodea. En vez de evitar que suba o baje un bordillo, diciéndole “no, que te caes”, ¿No sería más recomendable darle la mano para que lo haga pero con seguridad?.
Por otro lado, en los pequeños “hasta ahora el mundo se está construyendo en sus mentes con la ayuda de sus padres. Asimismo, las experiencias empiezan a ser más vivenciales; por lo mismo, tienden a ser más arriesgados y aventureros por su necesidad de conocer y explorar los olores, los sabores, las texturas, etc.”, añade Diana Carolina Poveda Hernández, psicóloga clínica con máster en Psicología del Instituto de Ortopedia Infantil Roosevelt.
El objetivo final que se debería de conseguir sería que los niños dejen de ser temerarios y se vuelvan precavidos, pero no temerosos.
Totalmente de acuerdo en que "riesgo" y " peligro" son dos conceptos totalmente distintos. Quizás algunos padres no consigan discernir que ambos conceptos no son sinónimos por el hecho de tener miedo. Pero como bien explica el artículo el miedo que pueden padecer los cuidadores del niño no son los miedos del propio niño.
ResponderEliminarEn mi opinión el principal problema es la sobreprotección, cada vez son más los padres que actúan de esta forma sin saber que lejos de ayudarles están entrometiéndose en el desarrollo de sus hijos. Pensamos que al ser pequeños son vulnerables, no tiene capacidad para diferenciar lo bueno de lo malo o incluso que no pueden tomar sus propias decisiones, pero nada más lejos de la realidad, quizás seamos más vulnerables incluso los adultos.
El juego es un ejercicio importantísimo para los niños por eso no debemos cuartar su libertad, tenemos que dejarles ser y como dice el artículo confiar en ellos, es decir, no podemos estar encima de ellos, preveniéndoles de cualquier ápice de riesgo, principalmente porque los niños necesitan algo de riesgo es sus actividades para conocer donde están sus limitaciones y por el contrario hasta donde pueden llegar. Además, siempre y cuando no consideromos que hay peligro no debemos informarle de un posible riesgo porque en primer lugar los convertiremos en niños infelices que por miedo a lo que pueda pasar preferirán no hacer nada y en segundo lugar porque si somos nosotros quienes se lo decimos, ellos nunca podrán aprender a tomar decisiones. Deben asumir riesgo para así poder aprender las consecuencias de cada una de sus acciones.
Aquest tema es veu dividit en els dos conceptes, ja que perill significa una cosa i risc una altra.
ResponderEliminarPer a l'aprenentatge diari, crec que es convenient que el xiquet aborde situacions de risc, perquè ha d'aprendre allò que ell pot ser capaç de fer o no. També, pense que els pares sobreprotegeixen cada vegada més als seus fills, però tota la vida no van a estar darrer d'ells, per això, aquests han de reconèixer aquest concepte per a la rutina diària.
A més, els xiquets quan són més menuts no tenen la capacitat de saber si sofreixen perill o no. Hem d'ensenyar-los aquest concepte, perquè tinguen la conciència de saber si és perillós o no per a ells.
Estoy totalmente de acuerdo en que es necesario que les dejemos a los niños una cierta libertad de movimiento, ya que bajo mi punto de vista, los niños actualmente están demasiado sobreprotegidos. Y en muchas ocasiones son los padres los que les inculcan el miedo a sus hijos a la hora de hacer determinadas acciones. Pero pienso que de esta forma se cohíbe al niño o niña y no dejamos que experimente y descubra por sí mismo ciertas cosas, ya que ésta también es una forma de aprender cosas nuevas. Es necesario que los niños aprendan que si se caen, se podrán volver a levantar y que seguramente aprenderán la lección y no lo volverán a hacer.
ResponderEliminarPor otra parte, no quiero decir con esto, que se deba de permitir a los niños hacer todo lo que quieran. Sino que se debe de intentar conseguir un término medio, donde se deje una cierta libertad de exploración y movimiento al niño o niña, pero que también no se le permita hacer ciertas cosas si nosotros como adultos vemos que puede tener peligro al realizarlo.
El riesgo y el peligro son conceptos distintos que tras leer el articulo y ver el vídeo podemos comprender a la perfección.
ResponderEliminarEn numerosas ocasiones tendemos a proteger a los niños y realmente no les estamos protegiendo estamos cortandoles la libertad de movimiento. El riesgo es algo que deben de tener presente, el arriesgarse a hacer algo, el sentir una emoción por ello y es un aspecto que deberíamos de tener presente en las aulas.
En un principio, al ver el vídeo he tendido a preocuparme por el niño pequeño que escalaba pero a medida que iba a avanzando y leía las aportaciones o reflexiones que se hacían en él, he podido reflexionar que existe una gran tendencia a limitarlos, algo totalmente erróneo, ya que en numerosas ocasiones ese riesgo aporta beneficios, gracias a él también aprende y se divierten jugando.
Hasta ahora no me había parado a pensar sobre esto, si que en ocasiones he pensado que en la actualidad los padres sobre-protegen a sus hijos, pero no sobre la diferencia de riesgo y peligro y lo que puede resultarle cortarle las alas en este sentido, ha sido interesante.
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ResponderEliminarHola bona vesprada!
ResponderEliminarAl meu parer, aquest article concorda perfectament amb la meua idea del que hauria de ser la infància, i és un tema en el qual jo pense molt a sovint.
Avui en dia les mares i mestres viuen preocupades de que els nens i nenes no es facen mal, de que tornen nets a casa i sense cap moradura. Però fins a quin punt estem protegint-los? La infància és xafar carrer, caure a terra,voler pujar a un columpi que estava massa alt i "pegar-te un tró", baixar del revés pel tobogà i xocar-te amb el que ja estava baix...
Estar en contacte amb la realitat és el que activa els mecanismes de reflexe,així com el fet de saber les limitacions i capacitats que tenim.Però aixo ho han de descobrir, i com ho van a fer si no és provant?
Al meu dia dia intente treballar-me aquesta qüestió ja que jo mateixa em pose en alerta quan veig que un alumne/a va a caure, però quan estic a punt de dir-li " compte per allà que cauràs!", em reprimisc,i deixe que investigue i medite sobre els seus passos, perquè realment ho fan.
Pel que fa al vídeo tan sols m'ha reafirmat que estimular aquest sentit de la mesura del risc és possible i positiu;tan sols cal confiar en ells i elles i no vigilar-los.
Amb tot, em quede amb la frase :
"No hay nada que haga a un niño más capaz y seguro de sí mismo que las personas que le quieren y cuidan confíen en sus capacidades."
Marina Bolea Martínez 3rQ.
En muchas ocasiones creemos que estos dos conceptos son iguales cuando en realidad no es así, es por ello que el ver vídeos como el que se nos presenta o el poder leer algún articulo nos puede llegar abrir los ojos en este aspecto.
ResponderEliminarMuchas veces exponemos a nuestros hijos a una sobreproteción lo que genera en ellos al final confusión, inseguridad y dependencia de los demás, e incluso acabamos creando en ellos mas miedos de los que tienen en realidad. No digo que haya que dejar libertad absoluta porque esta claro que no son lo suficientemente maduros, tanto como para saber que están en peligro o que pueden hacerse daño pero si que la independencia genera en ellos connotaciones positivas y buenas. Es por ello que es normal que existan padres que incluso quieren dar cierto espacio pero acaben teniendo miedo.
Lo mas importante de cara al futuro es pensar y reflexionar e incluso aprender a distinguir entre los peligros reales que pueda tener o encontrarse un niño con nuestros propios miedos.
Desde mi punto de vista, los niños siempre están buscando situaciones que presenten algún riesgo para ellos, ya que así prueban hasta donde son capaces de llegar. Este hecho resulta beneficioso para ellos, el problema llega cuando los adultos al ver cierto tipo de acciones, les decimos de antemano a los niños que se van a caer, se van a hacer daño, por ahí no vayas,... De esta forma les cortamos una forma muy importante de probarse, de ver hasta donde pueden llegar y les inculcamos unos miedos y los sobre protegemos de tal forma que un futuro, puedan llegar a ser inseguros y dependientes de otras persona, ya que no se les ha dejado decidir por su cuenta.
ResponderEliminarPor lo tanto, hay que dejar a los niños y niñas que experimenten con el entorno, que tomen algunos riesgos y que se den cuenta hasta donde pueden llegar; todo esto controlando que dichas acciones no resulten un peligro para ellos.
Empezaré con la definición de riesgo y es la “Posibilidad de que se produzca un contratiempo o una desgracia, de que alguien o algo sufra daño”. Estoy de acuerdo que riesgo y peligro no son sinónimos.
ResponderEliminarTodos los niños e incluso los mayores estamos rodeados de riesgos, pero no por ello debemos de sobreproteger ni mucho menos crear situaciones asépticas para proteger a los niños y cortarles las alas de que puedan experimentar con todos los elementos que se encuentren a su alrededor.
Los juegos al aire libre favorecen a los niños a la hora de jugar, de crear ambientes donde existe peligro de que se caigan o se hagan daño, pero debemos dejar que sean los niños mismos quienes identifiquen el riesgo y lo eviten para ello debemos dar una gran confianza a los pequeños y no estar continuamente detrás de ellos diciéndoles frases como: “cuidado te vas a caer”, “no vayas por ahí que te harás daño”, no cojas eso, te puedes cortar” …. Etc.
Debemos dejar al niño que se mueva con libertad que experimenten que no sientan miedo a la hora de jugar si no dejamos que el niño juegue y lo estamos protegiendo continuamente al cabo de un tiempo los niños presentaran déficits sensoriales y problemas de equilibrio y orientación.
Para finalizar este comentario pienso que como bien se explica en el artículo debemos de revisar la zona de juego antes de que los niños empiecen a jugar, debemos también de confiar en ellos y no ayudarles a subir a ningún sitio donde ellos mismos no lleguen así facilitaremos que los niños tengan las ideas claras sobre sus capacidades.
Después de ver el vídeo y leer el artículo, personalmente, considero que sí es necesario que los niños corran ciertos riesgos ya que esto les posibilita conocer sus capacidades y ser conscientes de sus límites.
ResponderEliminarAdemás la libertad de movimiento proporciona una gran cantidad de beneficios como el desarrollo de capacidades motoras, de equilibrio, sensoriales, etc. Así pues, creo que es totalmente necesario que cada niño experimente y tenga la posibilidad de equivocarse, de poder aprender que cosas no puede realizar porque de esta manera es como realmente aprenden.
Por otro lado, también puedo entender la preocupación de padres y maestros ante estas situaciones ya que tienen miedo de que el niño o niña pueda sufrir algún daño, sin embargo, analizándolo en profundidad, cualquier actividad de la vida cotidiana puede desencadenar en un incidente por lo que no podemos evitar constantemente el peligro.
También me ha parecido muy interesante lo que se dice respecto a que son nuestros miedos los que nos hacen frenarlos en algunas ocasiones y no los suyos y que ésto, suele llevar a que tengamos una actitud sobre protectora.
Finalmente, me gustaría destacar que estoy completamente de acuerdo con lo que se menciona respecto a que la actividad física mejora y potencia la inteligencia ya que a través del movimiento se trabajan diversos aspectos como el conocimiento del esquema corporal, la lateralidad, la orientación espacial, la creatividad, etc.
Yajaira Carnero Carmona 3Q
El movimiento, la propia experimentación, la curiosidad, manipular, en fallo-error, etc. son elementos clave para el aprendizaje de los niños/as. Con ello no quiero decir que les dejemos a su libre albedrio, pero sí que como adultos debemos replantearnos la confianza que debemos tener en ellos mismos y en sus capacidades. Sin esto, todo falla, la autora del articulo lo describe mucho mejor en su último párrafo del documento. Y es que todo lo dicho anteriormente no lo debemos olvidar, sé que es difícil cuando les vemos tan pequeños/as y frágiles, pero es lo única forma de que ellos/as conozcan sus propias metas a superar, sus gustos, sus miedos, sus capacidades, su curiosidad, etc.
ResponderEliminarAdemás, como dice la autora así como otros estudios, los niños/as son muy conscientes de sus capacidades y “suelen evaluar muy bien qué pueden hacer sin ponerse en peligros graves”, y es que todos podemos visualizar como los niños/as van aprendiendo a subir y bajar las escaleras: primero bajan de espaldas y no es casualidad es la forma en la que están más seguros, se sienten más seguros y capaces; o las suben a gatas para tener más apoyo y equilibrio, etc. todo esto no es casualidad no lo hacen así porque sí, sino que es la manera en la que vinculan sus capacidades motrices con la ejecución.
Es claro que no gusta sentir situaciones de peligro en general, y menos para los más pequeños, pero si lo pensamos fríamente en la propia cotidianidad también hay cierto riesgo, solo que nosotros los controlamos, nos “especializamos”, sabemos que, gracias a la práctica durante años, somos capaces de hacerlo, hacerlo bien y minimizar los riesgos. Pues de eso mismo se trata con los pequeños/as de permitir que ellos se especialicen, reconozcan sus capacidades y puedan seguir avanzando.
Además, como dice la autora, “no existe el riesgo cero. Eliminar los riesgos entraña un riesgo en sí mismo”, pues con la sobreprotección no se está dando mayor bienestar en las personas, aunque lo parezca, todo lo contrario es limitarlos de pies y manos. Es limitar que puedan conocerse a sí mismos, sus capacidades, sus límites, incluso sus miedos y sus placeres. Y como dice la autora “puedan evaluar las situaciones por sí mismos,” si no lo cuestionas por ti misma/o si no lo dudas o lo pruebas como lo vas a reconocer por ti mismo que puedes hacer o no o que es descabellado o posible.
Por último, me gustaría también destacar que con este articulo descubro algo que yo no sabía y es hasta que tan grado puede llegar a influir negativamente la sobreprotección “pueden presentar déficits sensoriales y problemas en el sistema vestibular (lo que puede conllevar dificultades en la postura, el equilibrio o la orientación del propio cuerpo en el espacio)”.
Por todo ello, no proyectemos nuestros miedos, muestras inseguridades, mejor acompañémoslos y expresémosles que estamos con ellos/as y que si necesitan ayuda estamos ahí.
Buenos días.
ResponderEliminarActualmente vemos como la familia rodea a sus hijos/as y los encierra dentro de una burbuja de seguridad, sin saber que, esa sobre protección es totalmente negativa. Después de leer el artículo, solo me queda aplaudir cada palabra del mismo porque sinceramente pienso lo mismo. Hay que enseñarles y hacerles ver a las familias que hay que ofrecer riesgos a los niños y las niñas porque está dentro de su naturaleza. Cuando hay riesgos hay aprendizaje, se tomen o no. Por ejemplo, si un niño se sube a una mesa de madera del parque puede que aprenda a elegir si quiere bajar o que, si se cae, aprende que no debe volver a subir de esa forma; en este caso hemos de dejar que el niño y la niña aprenda de ese riesgo que ha asumido.
La verdad es, que muchas veces distinguimos el concepto de riesgo y peligro, me incluyo, por eso recomiendo este artículo ya que explica perfectamente esa diferencia entre estos conceptos.
En definitiva, los niños y las niñas, llevan por bandera la búsqueda de riesgo, es una necesidad. Además, se aprende de él; por ese motivo, como maestras y maestros, padres y madres, etc... tenemos que dejar ser a las criaturas,dejarles experimentar y explorar el mundo que les rodea incluso cuando supone un riesgo, pero nunca un peligro.
Muchas gracias.
Bajo mi punto de vista, creo y considero que es muy importante dejar a los niños y niñas cierta libertad para que puedan desplazarse, para que puedan moverse de forma autónoma, para que puedan asumir riesgos, para que puedan experimentar y adquirir conocimientos por ellos mismos, pero sobre todo, para que puedan enfrentar por ellos mismos cualquier obstáculo que se les cruce en el camino.
ResponderEliminarCon todo esto no quiero decir que los padres, madres, educadores, etc., dejen hacer a los niños todo lo que quieran o incluso que los dejen solos siendo tan pequeños, ya que una cosa es dejarles libertad y otra muy distinta es que permitamos que se expongan a cualquier peligro, pero a veces, los adultos creen que si están encima de los niños, diciéndoles lo que tienen o no tienen que hacer los están protegiendo, y muchas veces, se equivocan.
En muchas ocasiones, los niños y niñas aprenden más si dejamos que ellos mismos sean los que corran, los que jueguen, los que se caigan y se levanten o los que manipulen con todo lo que tienen a su alrededor.
En definitiva, debemos dejar que los niños vivan con libertad, que aprenden de sus errores y que si necesitan ayuda sean ellos los que vengan a pedírnosla.
El riesgo no tiene por qué ir ligado al peligro, correr riesgos nos ayuda a saber hasta dónde podemos llegar en las diversas situaciones que se nos presenten, a conocer nuestros límites y así poder superarlos poco a poco. Con los niños y niñas pasa lo mismo, como se observa en el vídeo los niños desde muy pequeños tienen un dominio y control de su cuerpo mayor al que a veces pensamos. La experimentación y el descubir nuevos retos y situaciones son conceptos clave en la infancia, los cuales generan un aprendizaje más significativo en los más pequeños. Los maestros y maestras, al igual que las familias debemos dejar de sobreproteger a los infantes y tratar de que descubran los riesgos por ellos mismos revisando siempre el espacio para que no sea peligroso. De esta forma les ayudaremos a valorar sus capacidades y a desarrollar sus habilidades motrices, cognitivas, emocionales y sociales.Una frase que me ha parecido muy interesante del artículo es "No hay nada que haga a un niño más capaz y seguro de sí mismo que las personas que le quieren y cuidan confíen en sus capacidades", pues los adultos de su entorno somos una gran influencia en las decisiones y comportamientos de los niños y niñas y, en ocasiones, somos nosotros los que les metemos ese miedo con nuestras actitudes.
ResponderEliminarEs verdad que no podemos transmitirles sensación de peligro e inseguridad a los niños y no dejarles libertad para jugar y que exploren y descubran el entorno y las posibilidades que este tiene y ofrece. Pero nos resulta complicado llevarlo a la práctica ya que estamos acostumbrados a la sobreprotección de los niños y eliminarles cualquier riesgo que pueda aparecer, por ejemplo, que los niños no suban y bajen escaleras cuando son pequeños, ni que cojan objetos de sitios un poco elevados etc., y eso para su desarrollo tampoco es aconsejable. Tenemos que tener claro que riesgo no es igual a peligro y tenemos que ser conscientes que no existe el riesgo 0. Me ha parecido interesante lo que menciona clara en su blog que tiene relación con lo comentado anteriormente: “cuando nos avanzamos a sus “análisis” con un “te caerás”, “por ahí no que es peligroso”, etc. estamos impidiendo que puedan evaluar las situaciones por sí mismos, atrofiando así su propio radar y pudiendo tomar decisiones peligrosas cuando un adulto no vigila o en la edad adulta.” De este modo estamos perjudicando por así decirlo el desarrollo del niño y que posteriormente no sepa evaluar las situaciones de riesgo y saber por él mismo si puede o no hacerlo y puede resultar más peligroso que lo anterior, ya que ellos quieren probarse y ver lo que son capaces de hacer.
ResponderEliminarEstaba viendo el video y estaba sufriendo por si el niño se caía porque no había ni colchonetas de bajo, una cosa es que se les deje más libertad, pero considero que es importante que el espacio esté preparado y que el niño no se pueda lastimar gravemente y en el vídeo si el niño se caía desde arriba era bastante peligroso, desde mi punto de vista, aunque posteriormente se va aclarado y se ve que ningún niño se cae, pero yo no lo haría así con el niño que es más pequeño. No estamos acostumbrados a que no haya reglas y se les deje total libertad y por eso también nos puede chocar. Es sorprendente en el estudio que se hizo en Nueva Zelanda los resultados que se obtuvieron: el acoso escolar y el vandalismo se redujo, la motivación de los niños aumentó e incluso la cantidad de accidentes se redujo significativamente. Es una gran paradoja que una educación demasiado protectora sea a la larga más peligrosa que para los niños que un ambiente que se considera peligroso.
Para acompañar a los niños en el juego sería bueno seguir algunas recomendaciones de Clara como es el caso de salir al aire libre y que los niños no tengan una excesiva protección por parte de los adultos y puedan divertirse y estar más libres. También para estar más seguros se puede revisar el espacio previamente y así que los adultos estén más relajados. Tampoco sería adecuado subir a los niños a lugares que por sus propios medios no podrían ya que de ese modo no les estamos ayudando a evaluar por ellos mismos sus capacidades y finalmente, considerar a los niños personas autónomas y capaces.
Hola a todos/as.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con que riesgo no es sinónimo de peligro, considero que es de vital importancia dejar a los niños/as espacio en el juego, para que corran ciertos riesgos y aprendan en función de los errores que cometen, además de que les beneficia a nivel motor, el equilibrio, la coordinación…
Por otro lado, considero que hoy en día y cada vez más los padres sobre protegen mucho a los niños/as y si por ellos fuera los meterían en una burbuja. Desde mi experiencia he tenido la oportunidad de cuidar dos niñas mellizas que no han tenido esa sobre protección de la madre. Cuando empecé a cuidarlas tenían 3 años y al ver como se estaban desarrollando intente hacer lo mismo que su madre, dejándolas que descubrieran por sí mismas el entorno que les rodea con los riesgos que eso conlleva, siempre y cuando no fuera un peligro para ellas, es muy curioso como ambas han crecido y hoy en día que tienen 6 años afrontan caídas propias de la edad, o las simples cosas que les suceden del día a día de una manera muy fuerte y valiente. En mi opinión, esta acción por nuestra parte les ha permitido reconocer sus posibilidades y seguir avanzando.
Por ello, después de mi experiencia y leer el artículo pienso que los niños/as aprenden a partir del ensayo-error, y sobre protegerlos no les beneficia en nada, es más puede ocasionar problemas como puede ser presentar déficit sensoriales y problemas en el sistema vestibular. Además de que cogen ciertos miedos e inseguridades que posiblemente les acompañará el resto de sus vidas.
En mi opinión, a pesar de tener o vivir esa sensación de riesgo en diferentes momentos, es necesario no privar de ese espacio en el que los niños/as tengan la libertad de jugar, experimentar, sentir, explorar a través del movimiento. El movimiento es una necesidad vital en los infantes. Experimentan constantemente a través del cuerpo y el movimiento de este. A partir del movimiento irán descubriendo las posibilidades de encontrar diferentes posturas y luego llegar a desplazarse.
ResponderEliminarEs necesario darles la libertad de ello pero también estar atentos para evitar el peligro, sin llegar a caer en la sobreprotección. Considero, que los niños/as aprenden más si se les deja libertad para que sean ellos mismos los que manipulen, experimenten y sientan. Pienso que una está muy ligada a la otra, ya que se aprende a través del riesgo, el cual, es necesario que los pequeños lleguen a sentirlo, sabiendo siempre distinguir riesgo de peligro, tratando de evitar el último.
La vida está llena de riesgos y el niño/a desde que nace debe de aprender a medirlos en relación a sus posibilidades, ahí es donde encontramos la diferencia entre el riesgo y el peligro. Un niño/a que sabe medir los riesgos sabrá detectar el peligro.
ResponderEliminarLa familia infravalora las capacidades de sus hijos/as y actua de una manera sobreprotectora impidiendo que se desarrollen. Es verdad que muchos de los miedos que los niños/as tienen son infundados por los adultos. ¿Por qué los mismos padres habiendo disfrutado de la libertad en su niñez no confian en sus hijos/as en situaciones que conllevan cierto riesgo?
El entorno ha cambiado, pero eso no significa que el niño/a no pueda experimentar y vivir experiencias en el exterior de una manera más libre que de paso a un aprendizaje sensorial más rico.
A parte de que el entorno ha cambiado, la sociedad también lo ha hecho y a redirigido el aprendizaje hacia un entorno abstracto, dirigido por una tercera persona sin darle la capacidad al niño/a de conocerlo directamente ni comemter errores, en definitiva, sin correr riesgos.
Hay un déficit de naturaleza en la educación de los niños/as que impide esa capacidad de adaptarse y aprender de ella. Personalmente, yo concibo la infancia como un etapa de: manchase,correr, saltar, oler, gustar, caerse, ponerse a prueba,etc. Vivir la infancia.
Hola!
ResponderEliminarEn primer lugar, me parece que dejar a los niños/as correr riesgos no es un sinónimo de exponerlos al peligro, es más, considero que dejar libertad a los niños para explorar y experimentar a través del cuerpo y del movimiento, les hará correr menos peligros en un futuro, ya que conocerán muchas más cosas y tendrán más conocimientos que si les privamos directamente de este tipo de aprendizaje.
Por otra parte, la sobreprotección a la que están expuestos la gran mayoría de los niños hace que sean incapaces de adaptarse a ciertas situaciones, ya que se les da todo sin dejar que se equivoquen, prueben, fallen y aprendan de sus propios errores.
Finalmente no debemos olvidar que el error es aprendizaje y que si no aprendemos a equivocarnos cuando somos pequeños, cuando seamos mayores esto nos puede producir un gran problema, así que dejemos que los niños lleven un aprendizaje por descubrimiento sin miedo a equivocarse. ¡El riesgo es bueno!
¡Hola a todxs!
ResponderEliminarEn primer lugar y como bien dice el artículo de Clara, no creo que dejar expuestos al riesgo a los niños sea exponerlos al peligro. Entendemos riesgo en un sentido positivo y saludable cuando los niños pueden ejercitarse físicamente aprendiendo sobre sus fuerzas y conociendo las limitaciones de su propio cuerpo, experimentando el miedo, la seguridad… Es por esto que creo que es importante dejarles libertad a la hora de jugar y dejarles que experimenten y conozcan sus propias limitaciones, así serán niños con más seguridad y autoestima.
Creo que no es muy adecuado educar a los niños con limitaciones a la hora de jugar, pues están en edad de experimentar y conocer cosas nuevas, y la sobreprotección puede acabar con niños con muchas inseguridades y baja autoestima porque no se les ha permitido ni fallar, ni errar, lo que puede llegar a hacer que en un futuro no sepan cómo adaptarse a diferentes situaciones.
Hola, soy Jasna-Gora Martí del grupo 3Q.
ResponderEliminarTras leerme el artículo, ver el vídeo y con mi opinión sobre este tema me gusta haber podido leer el artículo porque nunca había caído en la diferencia de riesgo y peligro, riesgo es algo saludable que ayuda al niño a crecer y tomar decisiones, en cambio el peligro es algo malo que hay que evitar, me gusta la reflexión que hace de que si educamos a los niños con sobreproteccion por miedo de que corran peligros, les estamos abocando al peligro de desarrollarse de forma inadecuada.
Yo cuido niños, sobre todo un niño hiperactivo que siempre que vamos al parque no usa el tobogán para bajar, él lo escala, salta las vallas, se sube encima de la casita de madera, salta los pivotes negros de las aceras, etc, etc y yo le permito experimentar, incluso el mismo sabe y conoce el límite, sabe de lo que es capaz y de lo que no y si lo intenta y le sale mal, él mismo dice "voy a volver a intentarlo".
Quiero decir con esto, que no hay que forzar a los niños, pero que los niños no son tontos, saben que límites y que capacidades tienen y es verdad que a veces su curiosidad les lleva a situaciones en las que nosotros tenemos que intervenir y moderar, pero por lo general no es necesario, incluso es bueno que fomentemos su autonomía, que arriesguen sin peligros y que crezcan sin miedo.
Actualment estem vivint en un món on els pares i les mares es preocupen molt a sovint per que els seus fills o filles vajen al parc, però en compte! Que no pujen a un arbre molt alt o no es "refreguen" per l'arena perquè arribaran bruts a casa.
ResponderEliminarEn la meua opinió la infantessa no hauria de limitar-se a que els pares i les mares protegisquen tant als seus nens i nenes, ja que estàn fent-los veure que quan es caiguen la familia sempre estarà ahi per alçar-los.
És realment un perill que els xiquets i xiquetes es caiguen, s'embruten, juguen amb la sorra, boten, córreguen, o es posen una fulla del terra a la boca? Jo pense que no. Hem de fer que els infants es troben en la oportunitat de viure noves experiències, de caure i fer-se mal, perquè s'alçaran i veuran el valor de la vida. Començaran a entendre que tot problema te sol·lucions i que ells sols poden superar-los. És molt important que començen a viure sense por. Hem de confiar en ells i no tallar-los les ales.
Riesgo y peligro son dos conceptos diferentes y nos damos cuenta después de ver el artículo. Los padres normalmente suelen proteger a los niños demasiado dejando que no descubran cosas nuevas por ellos mismos. Siempre he pensado que como más se descubre es probando cosas nuevas, así ellos pueden ver donde son capaces de llegar.
ResponderEliminarPero por otra parte también es entendible que ciertos maestros tengan respeto a que los niños puedan hacerse algún tipo de daño mientras están a su cargo. Pero creo que lo mejor es dejarlos descubrir para que vean donde pueden llegar y si es necesario prestarles ayuda en su descubrimiento.
Hola a tots i totes,
ResponderEliminarCrec que en aquest nou temps on l'educació es qüestiona cada vegada més aspectes que abans passaven de llarg o que no se'ls donava especial rellevància, és un bon moment per a parlar d'açò.
“Si prohibimos que trepen a los árboles… buscarán otros elementos en los que satisfacer esa necesidad”. M'agrada molt aquesta frase de l'article lloc que enllaça dos aspectes rellevants que em donen sempre que pensar.
D'una banda, el fet que planteja aquesta entrada en el blog de perill i risc. En la vida, sempre estem en constant repte personal, assumint riscos que no tenen perquè portar una connotació negativa, sinó aquella de superació, de constància i de posar a prova les nostres capacitats per a descobrir també quins són els nostres limits. M'apesara molt que s'haja perdut l'essència de créixer a cada caiguda, a cada moretón, a embrutar-se i portar-te aqueixes ferides de guerra a casa però eixa felicitat d'haver donat tot de tu per a prendre consciència del teu cos, de la relació entre iguals en un context on les normes s'establien amb un pedra, paper o tisora o on el rol s'assignava i canviava en cada aventura en eixir de classe sense tanta intervenció dels adults.
Un altre aspecte rellevant és el de prohibir, no hi ha gens més temptador que una prohibició per a voler trencar amb ella. És per aquest motiu que considere que a voltes és millor poques normes i concises que milers de normes amb la finalitat de passar d'evitar perills a sobreprotegir. No dubte del paper dels educadors (família i docents) a l'hora de ser guies i evitar perills, però no interposar-se sempre als riscos perquè estem impossibilitant que s'exploten les possibilitats personals.
Malgrat que sentim cert pessimisme àdhuc sobre les postures de les famílies pel que fa a aquest tema, hem de seguir armant-nos de paciència i energia per a ser aqueixa eina de canvi que precisa l'educació ja que, malgrat que a poc a poc anem avançant, queda molt camí per recórrer i tenim en el nostre poder anar depositant eixos xicotets granits d'arena que donen pas a eixe vertader canvi que anhelem com a docents.
Hola!
ResponderEliminarDes del meu punt de vista, aquest tema és molt interessant, ja que últimament (o pel que jo m'he fixat) hi ha molts nens i nenes sobre protegits que no han explorat, experimentat i que no coneixen fins on apleguen els seus límits. Encara que risc i perill no signifiquen el mateix, és important que els nens i nenes s'enfronten a la realitat i coneguin quins riscos i perills hi ha al fer una cosa o un altra, sovint moltes famílies passen l'estona al parc o a qualsevol altre lloc dient als seus fills i filles que tinguin cura, que es van a caure, que es van a fer mal, i un llarg etcètera que impedeix que els nens tinguen una certa llibertat per tal de conèixer les seues limitacions.
Moltes vegades pensem que risc i perill són conceptes sinònims quan en realitat no es així, es per això que una vegada hem vist el vídeo i hem llegit l'article podem comprendre la diferència entre l'un i l'altre a la perfecció i reflexionar sobre aquest aspecte.
ResponderEliminarEn primer lloc, deixar als xiquets i xiquetes córrer riscos no és sinònim d'exposar-los als perills. Córrer riscos ens ajuda a saber fins on podem arribar en les diferents situacions que s'ha presenten, conèixer les nostres capacitats i ser conscient dels nostres límits. Per això, és important deixar al xiquet/a que experimente i visca experiències deixant que prove, que s'equivoque i que aprenga de les seues errades evitant la sobreprotecció dels pares o dels propis mestres ja que m9ltes vegades al dir-li " te vas a caure " o " per ahí no que ės perillós " estem impedint-los moure's de manera lliure i això fa que puguen tindre dificultats en la postura, l'equilibri o la orientació del propi cos en l'espai.
Para mi riesgo y peligro no es lo mismo, el primero es una serie de consecuencias que se da cuando no somos capaces de controlar el peligro. El peligro en cambio está dentro de nosotros y depende de cada uno y de sus capacidades.
ResponderEliminarNo sé si es porque pertenezco a una generación donde los parques eran de tierra o gravilla, los columpios no eran de plástico sino de metal, y las madres nos dejaban jugar en el parque, siempre vigilados, pero en libertad, si está claro que nos hacíamos rasgullos y quemaduras en las rodillas, bueno en las piernas, brazos y partes del cuerpo que no te explicabas como, pero teníamos libertad de movimiento, explorábamos todo lo que teníamos alrededor.
No estoy muy de acuerdo con la sobreprotección que existe hoy en día, los niños y niñas necesitan una supervisión pero no que coartemos sus juegos por miedo a que se hagan daño.
No me voy a defender con la idea de que antes nos hacíamos heridas y éramos felices, hoy en día los niños y niñas sobreprotegidos también lo son, pero sí que tal vez al tener mayor libertad teníamos más cuidado con lo que hacíamos, porque no era una prohibición y era algo natural para nosotros. Hoy pienso que al verlo como algo malo se crea mayor peligro, ya que la sobreprotección hace a los niños/as más torpes incrementando el riesgo de que suceda algo.
Un saludo, nos leemos por el blog.
Hola!
ResponderEliminarMe gustan muchos los vídeos y los artículos que tratan este tema porque considero que, hoy en día, estos términos, riesgo y peligro, son confundidos por una gran cantidad de gente, sobre todo adultos.
Yo creo que son términos totalmente diferentes. Una persona puede llevar a cabo una acción que conlleve riesgo pero que no tenga nada de peligrosa. Y las actividades que hacen los niños/as día a día son así, es decir, corren, saltan, muerden, etc.
Este tema me ha recordado a un vídeo que vi hace poco que es el documental "Babies". Este trata sobre el primer año de vida de 4 niños/as que viven en cuatro poblaciones totalmente diferentes. Uno de ellos, concretamente Ponijao, vive en una tribu de África. A este niño le dan plena libertad, desde que es un bebé recién nacido, para realizar acciones. Prácticamente todas ellas son actividades de riesgo, pero el niño nunca está en peligro porque está en constante vigilancia, aunque le dejan su espacio.
Actualmente, nuestra sociedad está caracterizada por la sobreprotección de los niños/as, hecho que pensamos que los favorecen porque no se van a hacer daño, pero, en realidad, lo único que estamos haciendo es prohibirles de libertad y de aprendizajes.
Con todo esto no quiero decir que haya que dejar a los niños y niñas solos y que hagan lo que quieran. Como he dicho anteriormente, una actividad de riesgo no tiene porqué conllevar peligro, pero si el adulto no está pendiente del pequeño/a, sí que puede acabar siendo una actividad peligrosa.
Por todo ello, lo que pienso es que los adultos debemos dejar que los niños y niñas experimenten y vivan situaciones por ellos solos, pero lo que nunca debemos de hacer es que por nuestros descuidos y despreocupaciones se hagan daño.
Si ens parem a pensar, és veritat que es tendeix a creure que risc i perill són el mateix, però aquests conceptes estan lluny de ser sinònims.
ResponderEliminarAçò fa que molts pares sobreprotegeixen els seus fills, evitant que assumisquen cap risc i més que afavorir (o protegir) el xiquet li coarta la llibertat de moviment.
Pensem que hem de protegir als xiquets i xiquetes perquè són molt vulnerables, ens costa deixar que caiguen i que es facen mal. Per això els infonem pors i els prohibim certes accions amb la idea que així creixeran millor, més feliços, més sans.
Sovint es diu als xiquets tot el que no ha de fer "No escales, no córregues, no puges ací, no agafes allò" millor si està segut i quiet i sense res que puga suposar un possible perill. Els xiquets i xiquetes han d'assumir els riscos que poden trobar al fer una activitat o acció, s'han de provar, han de descobrir les seues limitacions, han d'aprendre de les seues caigudes i ho han de fer des de l'experiència pròpia.
No és que pense que hem de deixar que els xiquets facen el que vulguen i que no hi ha riscos ni perills al realitzar una activitat; el que pense és que els hem de deixar fer, explicant-los els riscos que comporta fer alguna activitat, perquè ells els comprenguen i puguen saber quins riscos poden o volen assumir i quins no.
Per tant els xiquets s'ha de moure, amb llibertat, assumint riscos, aprenent d'aquests i fent-ho des de l'experimentació. I els adults haurem d'aprendre a no limitar els moviments dels xiquets i xiquetes deixant de transmetre'ls les nostres pors.
Hola!
ResponderEliminarM’ha semblat molt interessant llegir aquest article i, sobretot, veure aquest vídeo, ja que era un tema que abans no m’havia plantejat supose que perquè, per sort, la majoria de xiquets i xiquetes del meu entorn no estan sobreprotegits i exploren amb total llibertat fins on poden arribar.
Llegir aquest article m’ha fet comprendre que risc i perill són dos conceptes diferents, ja que el risc el prenem com a concepte positiu i perill, com a negatiu. Així doncs, també m’ha fet reflexionar sobre que crear entorns hiperprotegits acaba sent un perill també.
El que més m’ha impactat ha sigut el vídeo ja que, en un primer moment, temia per si queia el xiquet. Amb les reflexions que anaven fent-se he anat comprenent quants beneficis té el fet de deixar que exploren per ells mateixa i que nosaltres, els adults, no els limitem.
És veritat que hui en dia, les persones adultes tractem a vegades de sobreprotegir als nens i nenes petites per por a que es facen mal, a que cauen, etc. , i encara que no ho fem amb mala intenció, es possible que a llarg termini, perjudiquem més que ajudem. Els xiquets i les xiquetes necessiten tindre llibertat per poder experimentar, i així , com diu Clara, la autora de l’article, anar coneixent les capacitats del seu propi cos, experimentant l’equilibri, la seua força, i realitzant activitats on han de prendre decisions sobre riscos.
ResponderEliminarNo té perquè sempre que els xiquets i xiquetes córreguen un risc, estar en perill; crec que el perill va referència a algo més, com que la vida del xiquet/a està en amenaça, no està segura. Per altra banda, el risc té part positiva perquè permet al participant explorar, veure i posar en pràctica les seues capacitats i nosaltres com a adults, els pares i mares i en sí les persones responsables de les criatures deuríem permetre’ls la llibertat suficient per fer-ho, perquè aprenguin de les coses que fan, i pense que, caure’s qualque volta no els ve tampoc tan mal, amb certa seguretat, però els ajuda a aprendre també d’això, alçar-se i continuar endavamt a seguir jugant.
Si no afavorim aquestes situacions, el que estem fent es, per una banda no deixar-los llibertat perquè experimenten el moviment, els riscos, les seues habilitats, que es relacionen i tinguen contacte amb l’ambient que els rodeja; i per altra, les estem posant una por que ells i elles abans no tenien i estem cohibint-los cada vegada més, i fent que quan siguen majors, tinguen por a tot i siguen insegurs de sí mateixos perquè pensen que no poden fer allò que es proposen. A més, si els sobreprotegim, al final estem modelant individus amb “mamitis”, que els costa estar sense els pares, relacionar-se amb els altres, on el fet de pensar i de crear els costa perquè sempre han estat amb ajuda de una persona adulta i tenen por d’allunyar-se d’aquesta per no saber allò que els podria ocórrer.
Hola, soy Saray Vicente.
ResponderEliminarLa verdad es que existen muchos padres que sobreprotegen a sus hijos debido al miedo que tienen de que les ocurra algo malo. En mi caso tengo dos hermanos de 6 años y muchas veces mi madre no les deja hacer nada por su miedo a que se hagan daño. Por lo contrario, mi padre es totalmente opuesto a mi madre y les da libertad a que experimenten siempre con su supervisión.
En mi opinión, creo que los niños/as tienen que ser niños/as ahora, es decir, hay que dejar que experimenten, que trepen árboles, que corran, que salten, .... siempre supervisandolos, porque si un niño/a no trepa un árbol, ¿cómo va a saber hacerlo?.
Muchas veces los padres son más inseguros que los propios niños/as y les trasmiten esa inseguridad y miedo al realizar alguna cosa. Por ello, hay que dejar que se diviertan y que se caigan una y otra vez hasta que consigan su objetivo.
Hola a todos y todas.
ResponderEliminarDespués de leer el artículo y de ver el video, parece evidente que durante los primeros años de vida escolar se entiende como método de protección a los niños/as la sobreprotección, que como muestran en el video resulta contraproducente para el desarrollo intelectual y motor del alumnado.
Cuando se les otorga esa cierta libertad para explorar, los niños/as utilizan de su imaginación para investigar el entorno sin nadie que les diga que pueden o que no pueden hacer, y que finalmente provocamos nosotros mismos con entornos protegidos que estos sean más peligrosos que un entorno vigilado pero con riesgos.
Creo que es necesario que los niños experimenten el riesgo en primera persona para así conocer los límites y así ser capaces de llegar a conocer cuáles son sus posibilidades, no digo que estén sin vigilancia, todo lo contrario, pueden estar en cualquier ambiente siempre y cuando esté controlado y vigilado.
¡Buenas noches!
ResponderEliminarTal como dice el artículo "La importancia del riesgo en el juego y cómo acompañarlo adecuadamente", los niños siempre sienten más curiosidad por aquellas actividades que pueden conllevar cierto peligro que por esas que conocemos como "seguras", ya que estas últimas las consideran aburridas.
Estamos acostumbrados a prevenir que actúen o hagan ciertas cosas por miedo a que se hagan daño, y así lo único que conseguimos es que lleven a cabo esas acciones aprovechando cuando no hay ningún adulto o están con otro diferente a su madre/padre, lo cual puede tener un resultado peor (experiencia propia).
En el artículo, la autora da una serie de recomendaciones que considero bastante acertadas a la hora de entrar en este mundo "peligroso":
-Salir a jugar al aire libre.
-Cuidar o revisar el espacio previamente.
-No interferir ni ayudarles a trepar donde no pueden.
-Diferenciar nuestro miedo del suyo.
-Considerar a los niños personas autónomas y capaces.
En cuanto al vídeo, he de decir que viendo cómo escalaban y se columpiaban algunos de los niños, sobre todo los más pequeños, no he podido evitar pensar "verás como se cae y se hace daño".
Esto me ha ayudado a abrir los ojos y darme cuenta de que somos demasiado sobreprotectores, y de esta manera les impedimos disfrutar al máximo y desarrollar sus capacidades.
Así que, dejémosles más libertad y seamos menos controladores.
Un saludo.
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ResponderEliminarBuenos días a todos de nuevo.
ResponderEliminarComo se ha repetido en muchas ocasiones en los comentarios, las personas nos confundimos con los términos, riesgo y peligro.
Veamos, un niño/a necesita moverse, necesita estar activo. Seguro que, si os pregunto si habéis visto más niños que no paran o más que se están quietos, la respuesta será clara. Los niños/as tienden a jugar, para divertirse seguramente, pero no por encima de sus posibilidades, ellos son plenamente conscientes de lo que pueden o no pueden hacer, ahí es donde entran los términos riesgo y peligro. Ellos son conscientes de si están haciendo algo peligroso, a pesar de ello, sí que corren riesgos al realizar alguna actividad. Uno de los ejemplos es el del vídeo, donde el niño se sube a la estructura para trepar. ¿Está corriendo un riesgo? ¿Él sabe que corre riesgo? Está claro que sí, pero, ¿sabe que puede ser peligroso? También. Sin embargo, es un peligro que el niño sabe que puede correr, porque sus condiciones y posibilidades están por encima.
Por otro lado, se encuentra la posición de los padres, donde, en mi opinión, cada vez son más protectores, donde no permiten lo que se permitía. Los tiempos han cambiado mucho, ¿quién no ha llegado alguna vez con las rodillas raspadas? Posiblemente no haya tantos, pero, hoy en día, esa posibilidad ha decrecido. Los niños y niñas juegan en los parques, sí, pero la gran variedad de posibilidades de jugar ha aumentado, principalmente, con las nuevas tecnologías. Esto provoca que no se juegue tanto en los parques. En resumen, lo que viene siendo un sí que juegan, pero en realidad no.
Un saludo a todos, nos vemos.
Hola!
ResponderEliminarDesprés d’haver llegit l’article i vist el vídeo, trac com a conclusió que hem de deixar als xiquets i xiquetes assumir el risc, sense parar-los els peus abans que intentin fer alguna cosa que nosaltres, els adults, considerem perillosa.
La qüestió està en que no hem de deixar que el risc siga massa perillós, hem de posar les mesures necessàries per que els xiquets i xiquetes puguin fer les activitats lliurement sense que el perill siga massa gran.
El problema en la nostra societat, es troba normalment quan, per por al perill, no deixem que els xiquets i xiquetes assumeixen cap tipus de risc, deixant-los així sense capacitat de reacció davant situacions complicades, és a dir, els sobreprotegim, educant així xiquets i xiquetes amb pors i inseguretats.
¡Hola a tots!
ResponderEliminarA dia d'avui vivim en una societat sobreprotectora amb els més petits. Per a moltes de les famílies és impensable que en el col·legi, a qualsevol zona d'oci o fins i tot a casa es duguin a terme pràctiques com les quals es poden veure en el vídeo, ja que són considerades “perilloses”.
Com bé diu l'article, risc i perill no són el mateix. Existeix aquest risc saludable que convida als nens a investigar, a descobrir les seves pròpies possibilitats i limitacions, a conèixer-se millor no solament físicament sinó també de manera emocional, a aprendre a observar l'entorn que els envolta i sobretot al fet que ells mateixos siguin els que desenvolupin les seves pròpies habilitats, capacitats i coneixements. Els nens neixen sense cap tipus de por, i moltes vegades és per culpa dels més majors pels quals acaben adquirint-los. Crec que és molt més fàcil que un nen agafi por a caure si cada vegada que es puja a un gronxador li repeteixes constantment “vés amb compte que et pots caure”, “no facis això que et pots fer mal”. Al final l'única cosa que fem és condicionar al nen, imposar-los les nostres pròpies pors i fer que perdin aquesta iniciativa curiosa que tots els nens i nenes tenen.
Com diu l'article, és clar que no hem de deixar que els més petits corrin perill si es fes dany en termes greus, però no podem eliminar els riscos al cent per cent, i més en una etapa com en infantil, on els nens i nenes estan aprenent-ho tot des de zero, vivint infinitat de coses noves.
Per això, estic totalment d'acord en què hem de permetre que siguin els nens per ells mateixos els que assumeixin els regs mentre descobreixen i juguen, i que nosaltres ens limitem a acompanyar-los i, en cas d'arribar al límit, intervenir. Jugar a l'aire lliure, revisar els espais i deixar-los al seu aire haurien de ser les tasques que els majors fem, cap més, perquè siguin ells mateixos els que prenguin la iniciativa de descobrir noves coses.
¡Hola a todos!
ResponderEliminarEsta entrada me ha parecido muy interesante.
La verdad es que esta sociedad es muy sobreprotectora con los niños, y eso a largo plazo provoca que su desarrollo emocional no sea el adecuado, también que no tengan resistencia a la frustración.
Hoy en día se confunde peligro y riesgo. Hay un nivel de riesgo que lleva a los niños a investigar y descubrir sus `posibilidades y limitaciones. No solo les ayuda a nivel físico sino también emocional, como he dicho se están criando niños y niñas sin resistencia a la frustración.
Debemos ser más flexibles ya que si limitamos a los niños van a perder su instinto curioso.
Debemos ser guías en su desarrollo, es decir, no debemos dejar que estén frente a un peligro real, pero el riesgo forma parte de su aprendizaje ya que además a lo largo de su vida van a estar expuestos a riesgos y no mostrárselos de pequeños hace que sean incapaces de afrontarlos correctamente de adultos/as.
Bon dia a tots i a totes!
ResponderEliminarPrimerament, he de de dir que el vídeo m’ha impactat, pot ser perquè en la societat sobreprotectora amb els xiquets i les xiquetes en la que vivim, mai permetria que una pràctica com aquesta es dugués a terme. No obstant això, pense que és una manera molt interessant a l’hora de deixar autonomia i llibertat al nen per a descobrir-se a si mateix i descobrir les seves pròpies capacitats i habilitats.
Per una altra banda, també és molt important deixar clara la distinció entre risc i perill. Quan parlem de perill, fem referencia a alguna cosa que atempta sobre la nostra vida, en canvi, s’assumeix el risc d’una activitat si no estem capacitats per a realitzar-la. Els xiquets i les xiquetes quan son petitets no veuen el perill en lloc, ni pensen que si fan una determinada cosa es faran mal. Es per això, que nosaltres, com a guies, i també pares, hem de deixar-los experimentar però a la vegada, informar-los de les conseqüències que poden tenir els seus actes o activitats i acompanyar-los en la realització d’aquestes. També han de veure per ells mateixos que si se cauen, no passa res, es tornen a alçar i pot ser altra vegada no ho faran, inclús els servirà també com una manera d’autosuperació i esforç.
Hola a todos y a todas!
ResponderEliminarEn ocasiones sobre protegemos a los niños y niñas y no nos damos cuenta. Constantemente les estamos diciendo "ten cuidado"; "te vas a caer","eso es peligroso", "ya verás lo que te va a pasar..." y no nos damos cuenta que lo que estamos haciendo el limitarlos.
Los niños y niñas deben tener total libertad de movimiento y creación, teniendo siempre cuidado, pero deben aprender de sus errores y aprender que cualquier acto tiene una consecuencia ya sea positiva o negativa.
Yo considero que cualquier acción conlleva un riesgo, ya sea más o menos peligroso y los niños y niñas deben entenderlo. POr ello debemos enseñarles que deben hacer lo que ellos quieran pero con cuidado.
En cambio no creo que todos los actos tengan peligro, todo dependerá de la forma en la que se hagan. Y es importante poder enseñarle a los más pequeños esto.
Hola chicos y chicas!
ResponderEliminarEn mi opinión, y después de documentarme un poco, me he dado cuenta de que muchas veces sobre protegemos demasiado a los niños/as sin darnos cuenta de que este hecho posiblemente sea perjudicial para su desarrollo.
Conozco a docentes y familias que se preocupan demasiado en si el niño/a se equivoca o hace algo mal que pueda ser "peligroso". Pero esta tarea es todo lo contrario, ya que es importante que los más pequeños/as sepan equivocarse y darse cuenta por ellos mismos de lo que está mal o está bien.
Además, si les dejamos libertad ellos/as aprenden de una forma mucho más enrequecidora aunque nos de miedo si de esta forma les pasa algo. Debemos proteger, eso esta clara, pero en la justa medida posible. Mediante libertad, crean movimiento, y de esta forma lo que consiguen es enseñanza, autonomía... Puede que se equivoquen y que tengan errores, pero es de la forma en la que mejor se aprende y lo tengo comprobado.
Como futuros docentes debemos de enseñarles como tienen que gestionar su libertad y a la vez aprender de sus errores sin necesidad de correr ningún riesgo.
Un saludo!
Para empezar, decir que el caerse, tropezar, hacerse daño con objetos o sin ellos, chocarse… todo esto esta eternamente ligado a la infancia, y no solo a la infancia sino al hecho de crecer. Yo he hablado siempre con mi familia de este tema, y siempre me han dicho que me he caído miles de veces pero que así fui capaz de poder andar y correr sin medo, porque sabia que si me caía me podía volver a levantar y seguir corriendo.
ResponderEliminarEste hecho no debe cambiar, esta claro que siempre ha habido madres y padres sobreprotectores, pero para eso estamos también los docentes y futuros docentes, para demostrar a los padres que da igual lo encima que estés de tu hijo, si en algún momento andará y se caerá.
Con esto no quiero decir que los padres no tengan que prestar atención a sus hijos, sino ayudarles a explorar y a entender que si se caen no pasa nada, pueden continuar luego. Por el contrario, si se sobreprotege a un hijo puede acabar perjudicándolo, ya que le puede crear inseguridad y miedo al realizar ciertas actividades. Y como dice el video, pueden presentar déficits sensoriales y problemas en el sistema vestibular cara al futuro.
Por tanto, dejemos que los niños se desarrollen explorando e investigando, siempre bajo vigilancia. Y que sean ellos mismos los que decidan tener miedo a algo, y no estar condicionado por sus padres.
¡Hola!
ResponderEliminarDespués de leer el artículo y ver el vídeo he podido darme cuenta de que el riesgo y el peligro son dos conceptos diferentes.
Muchas veces protegemos demasiado a los niños y no les dejamos total libertad para experimentar el entorno por miedo a que les pase algo malo.
Cuando estaba viendo el vídeo, como le ha ocurrido a algunos/as de mis compañeros/as, también me he preocupado por el niño pequeño pero conforme iba avanzando y leía las reflexiones me he dado cuenta que la mayoría de las veces limitamos a los niños y eso no es bueno, ya que ese riesgo puede aportarnos beneficios y gracias a él aprender.
Finalmente, tengo que decir que este artículo me ha parecido muy interesante, ya que nunca me había parado a pensar la diferencia entre estos dos conceptos. Pienso que en la actualidad los padres sobre-protegen a sus hijos/as y les ''cortan las alas'' para explorar su entorno.
NATALIA MARÍ PÉREZ 3Q
¡Hola!
ResponderEliminarDespués de haber leído una y otra vez el artículo propuesto, pienso que la frase que expongo a continuación no podría tener más certeza: no podemos transmitir un constante mensaje de peligro cuando los niños juegan.
Por un lado, y bajo mi punto de vista, pienso que todo niño debe estar expuesto a experiencias, ya sean algo arriesgadas o no, pero nunca debe estar el peligro por el medio. Riesgo, arriesgarse. Muchas veces, a lo largo de mi vida, me han dicho que debo arriesgarme. Creo que el riesgo es positivo, porque detrás de cada riesgo hay un aprendizaje. Todos los niños y niñas, en edades bien tempranas, deben experimentar en todo lo posible, aprender de todo lo que se les ponga por delante pero, sobre todo, deben disfrutar.
Por otro lado y a modo de ejemplo, hace unos días me fui de excursión con un grupo de primero de primaria y un adulto me dijo: ten cuidado, que si el niño se sube allí arriba se puede caer. Yo sabia que allí arriba el niño no corría peligro, pero si riesgo, por tanto dejé que experimentara. Previamente, me aseguré de que el lugar no era peligroso y por el espacio podía actuar libremente.
Así pues, pienso que los niños y niñas son lo suficientemente autónomos para poder realizar tareas y actividades que supongan un poco de riesgo y, sobre todo, que supongan experimentación. Debemos apartar el miedo de no dejarles actuar por sí mismos, debemos de dejar de protegerles tanto y debemos brindarles la oportunidad de que gocen de una infancia divertida.
Saludos.